Fuente: EL UNIVERSAL
Por: MARTHA COTORET
"El museo es incluyente, abierto a todos los públicos, con una visión transdisciplinaria (...) Hay que considerar que la Fundación Museos Nacionales no es un eje de control", señala.
Edgar González espera darle cabida a "otros lenguajes del diseño" durante su gestión con director del museo OSWER DÍAZ MIRELLES
Hace apenas cuatro meses que Edgar Ernesto González está al frente del Museo del Diseño y de la Estampa Carlos Cruz-Diez. Antes fue Agregado Cultural de la Embajada de Venezuela en Alemania y Agregado Cultural de la Embajada de Venezuela en Italia. Durante su estadía en Berlín, realizó un Doctorado en Museología Comparada en la Universidad de las Artes y el Instituto para los Estudios Museológicos de los Museos Estatales de la Fundación Patrimonio Cultural Prusiano.
Ahora González, justo cuando la institución cumple 15 años de su fundación, tiene el reto de "darle apertura a otros lenguajes del diseño".
-Este año el museo cumple 15 años. ¿Qué proyectos tiene preparados?
-En 2012 proyectaremos múltiples lenguajes del diseño y de la estampa. Iniciamos con dos grandes proyectos que hemos venido conversando con el maestro Carlos Cruz-Diez desde el año pasado. El primero es la apertura de un espacio dedicado a exponer su trabajo gráfico. La sala de Cromosaturación se va a conectar con otra sala en la que se expondrán los carteles de Cruz-Diez de los años 60, 70, 80 y 90. Luego tenemos una serie de proyectos dedicados al diseño industrial venezolano. Son reflexiones que tenemos que hacer: ¿dónde está el diseño industrial venezolano?
-¿Es cierto que le van a abrir espacio a la moda?
-Sí, después tendremos tres exposiciones relacionadas con el diseño de moda, que se harán con la participación de las escuelas de diseño del país. Como se trata de un museo de diseño, y que está en Venezuela, nosotros queremos llamar al interior del país para que participe. A través de esa línea de acción, nosotros vamos a comenzar a intercambiar con las escuelas de diseño. Un museo de diseño no puede estar de espaldas de la realidad de la formación académica que se está dando en el país. Queremos hacer un análisis de lo que está ocurriendo en el país en materia de diseño. Y también tenemos preparado un homenaje a Luisa Richter por su trabajo gráfico a través de un proyecto que se llama Gráfica de Luisa Richter. Es un proyecto sensible que va dirigido hacia uno de los perfiles del museo: la estampa.
-¿Cree que el arte debe ser incluyente?
-El museo es un espacio incluyente, abierto a todos los públicos y con una visión transdisciplinaria, las gráficas, el diseño en todos sus lenguajes, la moda. Queremos reencontrarnos con la identidad del diseño venezolano. ¿Existe un diseño venezolano? Vamos a descubrirlo este año acá en el museo por medio de la serie de exposiciones que presentaremos.
-¿Existe una deuda de los museos para con la investigación de las tendencias en el arte venezolano?
-El diseño tiene múltiples miradas. Siempre tenemos que hablar de más de una tendencia. Los lenguajes son múltiples y, como el diseño también lo es, es un medio de comunicación y expresión. Por eso cuando proyectamos la programación del museo dijimos: 'Tenemos que enfocarla hacia proyectos expositivos e investigativos', porque el museo también tiene que abordar ese aspecto. Cuando hablamos de la exposición de Carlos Cruz-Diez, de Gego, que es la segunda gran exposición que tenemos este año, tenemos que apostar a la reflexión. ¿Luisa Richter qué aportó al diseño gráfico, a la estampa? ¿Qué aportó Gego a la estampa? ¿Qué aporta el diseño de moda venezolano al contexto internacional? Tenemos que hacer siempre la lectura regional, para saber en qué posición estamos internacionalmente. Pero tenemos que mirarnos nosotros primero.
-¿Y en cuanto al intercambio de colecciones o adquisiciones de nuevas obras? ¿Se han planteado un proyecto para este año?
-Cuando yo te planteo todo este número de exposiciones, por su puesto que se desarrollarán intercambios. Muchos artistas siempre hacen donaciones a los museos porque es el espacio donde se conservan sus obras y tienen la posibilidad de rotar, de ser intercambiadas y de ser presentadas en otros espacios, tanto nacionales como internacionales. Y esas son las políticas que tenemos. El diseño es bastante particular. No es igual tener una colección de sillas o de trajes o de gráficas. La base de la colección de este museo es sobre papel. A partir de este año nosotros vamos a empezar a incluir otros objetos de moda y de diseño industrial para ir ampliando nuestra colección.
-Sintramuseos ha denunciado en varias oportunidades la deuda de algunos museos con los trabajadores. ¿Cuál es la situación en el Museo Carlos Cruz-Diez?
-Mi experiencia con los trabajadores ha sido completamente positiva. Aquí hay un equipo de trabajo maravilloso, comprometido... La formación en el mundo museístico del país se ha hecho dentro de los museos. Existe una mística de trabajo, un compromiso, una pasión por trabajar. Afortunadamente, el equipo que nos acompaña es sumamente capacitado, con una trayectoria...
-¿Pero el museo le debe dinero a los trabajadores?
-Hay mucha transgresión con relación a informaciones que se manejan. Si es un equipo que responde, que está con nosotros, que nos acompaña en todas las actividades, es un equipo que está contento. Sus beneficios económicos están a la par de los que están establecidos institucionalmente. De hecho, el año pasado se hicieron las evaluaciones pertinentes para nivelar a los trabajadores. Con miras a mejorar los ingresos, desde este mes se llegó a un convenio con la Universidad Experimental de las Artes para validar la experiencia de los trabajadores y que sean certificados como museógrafos. Con una mayor formación, suben en la escala y van a obtener mayores beneficios.
-En general, ¿Cómo evalúa el estado del arte y de los museos en Venezuela?
-El panorama de los museos venezolanos es bastante optimista. Es un proyecto. Cuando se establece la Fundación Museos Nacionales, se diseñaron nuevas líneas de acción con relación a la unificación de las colecciones. La idea de tener una gran colección es resguardar el patrimonio del país. No es que las colecciones se han movido. Las colecciones siguen estando en cada uno de los museos y, cuando se necesiten las obras, se hacen los préstamos correspondientes. Las colecciones han crecido. No en la escala que de repente la gente piensa que se debería. Son adquisiciones que se han ido haciendo, adquisiciones concretas. Para tener obras hay que tener grandes espacios, por eso se han ido adquiriendo obras puntuales que forman parte de nuestra colección. Sí se han hecho adquisiciones. Hay políticas de incremento del patrimonio cultural del país, además de rescate. Tenemos el Centro Nacional de Restauración.
-¿Conoce el nombre de alguna de las obras que se hayan adquirido en los últimos diez años?
-Hay adquisiciones que próximamente se darán a conocer, porque son colecciones específicas. En estos momentos no te puedo decir cuáles son.
-Mucho se ha comentado sobre la desaparición de la Fundación Museos Nacionales, ¿qué cree usted?
-La creación de la Fundación Museo Nacionales obedece a políticas que no solamente se han establecido en el país. Son políticas internacionales. Por ejemplo, los museos estatales de Berlín tienen más o menos la misma filosofía. Lo mismo ocurre con los museos nacionales españoles. No es que nosotros estamos inventando. Son políticas que se diseñan para aplicar ejes de acción más específicos. La Fundación ha madurado. Está desarrollando grandes proyectos. Se ha especulado sobre la falta de autonomía en los museos. Nosotros tenemos autonomía para planificar nuestra programación, planteamos proyectos y son aceptados... Hay que considerar que la FMN no es un eje de control.
Ahora González, justo cuando la institución cumple 15 años de su fundación, tiene el reto de "darle apertura a otros lenguajes del diseño".
-Este año el museo cumple 15 años. ¿Qué proyectos tiene preparados?
-En 2012 proyectaremos múltiples lenguajes del diseño y de la estampa. Iniciamos con dos grandes proyectos que hemos venido conversando con el maestro Carlos Cruz-Diez desde el año pasado. El primero es la apertura de un espacio dedicado a exponer su trabajo gráfico. La sala de Cromosaturación se va a conectar con otra sala en la que se expondrán los carteles de Cruz-Diez de los años 60, 70, 80 y 90. Luego tenemos una serie de proyectos dedicados al diseño industrial venezolano. Son reflexiones que tenemos que hacer: ¿dónde está el diseño industrial venezolano?
-¿Es cierto que le van a abrir espacio a la moda?
-Sí, después tendremos tres exposiciones relacionadas con el diseño de moda, que se harán con la participación de las escuelas de diseño del país. Como se trata de un museo de diseño, y que está en Venezuela, nosotros queremos llamar al interior del país para que participe. A través de esa línea de acción, nosotros vamos a comenzar a intercambiar con las escuelas de diseño. Un museo de diseño no puede estar de espaldas de la realidad de la formación académica que se está dando en el país. Queremos hacer un análisis de lo que está ocurriendo en el país en materia de diseño. Y también tenemos preparado un homenaje a Luisa Richter por su trabajo gráfico a través de un proyecto que se llama Gráfica de Luisa Richter. Es un proyecto sensible que va dirigido hacia uno de los perfiles del museo: la estampa.
-¿Cree que el arte debe ser incluyente?
-El museo es un espacio incluyente, abierto a todos los públicos y con una visión transdisciplinaria, las gráficas, el diseño en todos sus lenguajes, la moda. Queremos reencontrarnos con la identidad del diseño venezolano. ¿Existe un diseño venezolano? Vamos a descubrirlo este año acá en el museo por medio de la serie de exposiciones que presentaremos.
-¿Existe una deuda de los museos para con la investigación de las tendencias en el arte venezolano?
-El diseño tiene múltiples miradas. Siempre tenemos que hablar de más de una tendencia. Los lenguajes son múltiples y, como el diseño también lo es, es un medio de comunicación y expresión. Por eso cuando proyectamos la programación del museo dijimos: 'Tenemos que enfocarla hacia proyectos expositivos e investigativos', porque el museo también tiene que abordar ese aspecto. Cuando hablamos de la exposición de Carlos Cruz-Diez, de Gego, que es la segunda gran exposición que tenemos este año, tenemos que apostar a la reflexión. ¿Luisa Richter qué aportó al diseño gráfico, a la estampa? ¿Qué aportó Gego a la estampa? ¿Qué aporta el diseño de moda venezolano al contexto internacional? Tenemos que hacer siempre la lectura regional, para saber en qué posición estamos internacionalmente. Pero tenemos que mirarnos nosotros primero.
-¿Y en cuanto al intercambio de colecciones o adquisiciones de nuevas obras? ¿Se han planteado un proyecto para este año?
-Cuando yo te planteo todo este número de exposiciones, por su puesto que se desarrollarán intercambios. Muchos artistas siempre hacen donaciones a los museos porque es el espacio donde se conservan sus obras y tienen la posibilidad de rotar, de ser intercambiadas y de ser presentadas en otros espacios, tanto nacionales como internacionales. Y esas son las políticas que tenemos. El diseño es bastante particular. No es igual tener una colección de sillas o de trajes o de gráficas. La base de la colección de este museo es sobre papel. A partir de este año nosotros vamos a empezar a incluir otros objetos de moda y de diseño industrial para ir ampliando nuestra colección.
-Sintramuseos ha denunciado en varias oportunidades la deuda de algunos museos con los trabajadores. ¿Cuál es la situación en el Museo Carlos Cruz-Diez?
-Mi experiencia con los trabajadores ha sido completamente positiva. Aquí hay un equipo de trabajo maravilloso, comprometido... La formación en el mundo museístico del país se ha hecho dentro de los museos. Existe una mística de trabajo, un compromiso, una pasión por trabajar. Afortunadamente, el equipo que nos acompaña es sumamente capacitado, con una trayectoria...
-¿Pero el museo le debe dinero a los trabajadores?
-Hay mucha transgresión con relación a informaciones que se manejan. Si es un equipo que responde, que está con nosotros, que nos acompaña en todas las actividades, es un equipo que está contento. Sus beneficios económicos están a la par de los que están establecidos institucionalmente. De hecho, el año pasado se hicieron las evaluaciones pertinentes para nivelar a los trabajadores. Con miras a mejorar los ingresos, desde este mes se llegó a un convenio con la Universidad Experimental de las Artes para validar la experiencia de los trabajadores y que sean certificados como museógrafos. Con una mayor formación, suben en la escala y van a obtener mayores beneficios.
-En general, ¿Cómo evalúa el estado del arte y de los museos en Venezuela?
-El panorama de los museos venezolanos es bastante optimista. Es un proyecto. Cuando se establece la Fundación Museos Nacionales, se diseñaron nuevas líneas de acción con relación a la unificación de las colecciones. La idea de tener una gran colección es resguardar el patrimonio del país. No es que las colecciones se han movido. Las colecciones siguen estando en cada uno de los museos y, cuando se necesiten las obras, se hacen los préstamos correspondientes. Las colecciones han crecido. No en la escala que de repente la gente piensa que se debería. Son adquisiciones que se han ido haciendo, adquisiciones concretas. Para tener obras hay que tener grandes espacios, por eso se han ido adquiriendo obras puntuales que forman parte de nuestra colección. Sí se han hecho adquisiciones. Hay políticas de incremento del patrimonio cultural del país, además de rescate. Tenemos el Centro Nacional de Restauración.
-¿Conoce el nombre de alguna de las obras que se hayan adquirido en los últimos diez años?
-Hay adquisiciones que próximamente se darán a conocer, porque son colecciones específicas. En estos momentos no te puedo decir cuáles son.
-Mucho se ha comentado sobre la desaparición de la Fundación Museos Nacionales, ¿qué cree usted?
-La creación de la Fundación Museo Nacionales obedece a políticas que no solamente se han establecido en el país. Son políticas internacionales. Por ejemplo, los museos estatales de Berlín tienen más o menos la misma filosofía. Lo mismo ocurre con los museos nacionales españoles. No es que nosotros estamos inventando. Son políticas que se diseñan para aplicar ejes de acción más específicos. La Fundación ha madurado. Está desarrollando grandes proyectos. Se ha especulado sobre la falta de autonomía en los museos. Nosotros tenemos autonomía para planificar nuestra programación, planteamos proyectos y son aceptados... Hay que considerar que la FMN no es un eje de control.