La inversión privada en el arte en Venezuela viene a llenar desde mi punto de vista el vacío que han dejado los museos gerenciados por el gobierno. Ofrecen espacios nuevos, que contrastan con los deteriorados centros de arte venezolanos públicos. Enhorabuena! por todos nosotros que amamos el arte.
Fuente: Todo en Domingo · El Nacional. Caracas, Venezuela.
EL NACIONAL · DOMINGO 17 DE ABRIL DE 2011 · TODO EN DOMINGO/24-27
Especial por Isabel Delgado.
Los nuevos espacios para el arte
Surgen de forma discreta pero contundente. Llenan el vacío existente entre quienes buscan un lugar para apreciar —y adquirir— obras de arte, leer un buen libro o simplemente escapar de la cotidianidad citadina. Caracas, Mérida y Maracaibo son sólo algunas de las ciudades del país que albergan estas incipientes iniciativas
Hacienda La Trinidad Parque Cultural
Un complejo conformado por una hacienda, un trapiche, una casa de semillas y siete secaderos se convirtió, desde hace algún tiempo, en un parque cultural que en menos de dos años se ha erigido como un nuevo espacio de referencia para la capital. Si bien el proyecto llamado Hacienda La Trinidad Parque Cultural empezó a funcionar en 2006 —con la apertura del spa Corphus Menti—, fue apenas en 2010 que la iniciativa se reactivó con la inauguración de la galería Carmen Araujo Arte, ubicada en uno de los secaderos de la hacienda. Una tienda de artesanía venezolana —llamada Secadero 1— y la librería Sopa de Letras completan la propuesta existente, y que espera ser completada a finales de año con la inauguración de una escuela de fotografía y un café. Los sábados, los jardines de la hacienda son "tomados" por Camilo Cortés y su ciclo de cine al aire libre, que ya es una tradición entre los habitués del Centro de Arte Los Galpones, otro de los proyectos culturales que existen en Caracas. Se trata de una propuesta que oxigena el sureste de la ciudad y que, al mismo tiempo, sirve como refugio para los caraqueños que deseen entrar en contacto con la naturaleza y el arte.
Galería de Arte Fotográfico
El fotógrafo Marcel del Castillo lo tenía claro: quería un lugar en el que él y sus colegas pudieran exponer sus trabajos. Y aunque es caraqueño, eligió el centro de la ciudad de Mérida para llevar a cabo su proyecto, Galería de Arte Fotográfico (GAF). Se trata de un espacio ubicado en una casa colonial que reproduce una idea vista por del Castillo en sus viajes al exterior: "La imagen que se tiene de una galería es que debe ser un lugar grande, lujoso. Pero en mis viajes he visto pequeños lugares dedicados a la fotografía". Además de funcionar como espacio expositivo, la GAF ofrece el servicio de biblioteca para quienes buscan información especializada, venta de libros de fotografía así como charlas y talleres sobre esta disciplina artística. Con poco más de un mes de inaugurado, el proyecto de del Castillo ha sido bien recibido por la comunidad merideña: "Ha sido maravilloso. Lo primero que te dicen es que esto hacía falta. Como estamos en el centro de Mérida, es un lugar en el que se puede caminar, hay muchos peatones que se encuentran con la galería y quieren entrar, o vienen los niños que salen del colegio. La idea es que esto se convierta en un punto de referencia de la fotografía en Venezuela". La iniciativa de Marcel del Castillo bien merece ser conocida tanto por los locales como por aquellos que visitan la ciudad.
Espacio MAD
Hacerse un lugar en el mundo del arte no es tarea sencilla. Pero Jaime Mendoza ha hecho de Espacio MAD un sitio que trasciende, incluso, su ubicación. Después de haber estado en la urbanización Los Samanes, la galería —dedicada a la fotografía y al arte digital— comenzó una nueva etapa en el Centro de Arte Los Galpones en diciembre del año pasado. Son dos salas —de 70 y 30 metros— con exposiciones que se rotan cada tres semanas. La primera sala es de obras originales y la segunda es de obras en serie. Habituar al público caraqueño a ver y adquirir arte digital parece ser la premisa de este nuevo espacio: "Me dedico a la fotografía y al arte digital porque no se les ha dado la importancia que tienen y se trata de obras de colección. Creo que en Caracas no están del todo acostumbrados a coleccionar este tipo de arte, pero es una muy buena inversión", explica Mendoza. Y aunque la galería no supera los cuatro meses de inaugurada, el número de visitas dan cuenta del renovado interés que existe por conocer espacios de este tipo en la ciudad: "Funcionamos como una galería pero la gente viene como si fuera un museo. Nos visita gente de la universidad, de organizaciones. El público es súper variado, desde personas con mucho poder adquisitivo hasta los mismos obreros que trabajan aquí. Son alrededor de 300 personas semanales". Y aunque Espacio MAD está ubicado en ese oasis capitalino que es el Centro de Arte Los Galpones, el lugar es, en sí mismo, una invitación para desvincularse de la cotidianidad y conectarse con el arte.
Al Borde
Cuando se llega al límite de algo, las opciones no son muchas: hay que retroceder o buscar el impulso suficiente para traspasar el umbral. Eso fue lo que hicieron Juan Pablo Garza (ganador del XII Salón Supercable de Jóvenes con FIA 2010), Camilo Barboza y Armando Rosales cuando decidieron buscar un espacio expositivo dedicado al arte contemporáneo marabino, bautizado con el oportuno nombre de Al Borde. Una antigua casa familiar sirve ahora como sede de esta galería, que pretende también convertirse en un punto de convergencia: "Queremos generar un espacio de encuentro entre lo que sucede en Maracaibo y lo que pasa en el resto del país, crear un puente de doble vía, que se interesen por los artistas de Maracaibo y traer artistas de otras partes de Venezuela y que, en ese marco, se den entrevistas, charlas, que se de una dinámica cultural de intercambio. El espacio es una caja blanca que funciona como galería y que también tiene esa parte de marchant para mantener el espacio vivo, para que sigan sucediendo las cosas. Pero el enfoque no es directamente comercial", cuenta Garza. Por ahora, los tres se encargan de la selección de los artistas y de la curaduría de las obras, pero la idea es tener curadores invitados. Haber sido los primeros en llevar a cabo esta idea en Maracaibo los coloca en una posición privilegiada: "En Maracaibo, además de las instituciones oficiales, no hay una galería, más allá de las de los centros comerciales. Ha sido un beneficio porque la gente está hambrienta de ver otras cosas. Por otro lado, es una carta blanca, no hay antecedentes, lo cual puede ser bueno porque se abre un poco el margen de error, pero al mismo tiempo te hace ver lo crudo que estamos. Son como dos artes que se llevan al mismo tiempo: llevar la parte intelectual y comercial, y hacer que funcione". Sin duda se trata de un respiro para el arte contemporáneo marabino que bien sabrán agradecer los artistas y los amantes del arte.
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