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domingo, 25 de septiembre de 2011

Harán Réplica del Castillete.


Vía: @grjoseluis
Fuente:EL NACIONAL · SÁBADO 24 DE SEPTIEMBRE DE 2011 · PRIMERA PÁGINA/1
[Foto: Nelson Castro]

La Comuna Socialista Guaicamacuto, que reúne a 13 consejos comunales de Macuto, quiere rescatar los caneyes como los levantó el artista Armando Reverón. La construcción amurallada y el edificio anexo permanecen en ruinas desde hace 12 años. Al proyecto, que contará con el aval del Instituto de Patrimonio Cultural, serán destinados 5 millones de bolívares


EL NACIONAL · SÁBADO 24 DE SEPTIEMBRE DE 2011 · CULTURA/3

Armando Reverón construyó el Castillete en los años veinte

PATRIMONIO | La figura jurídica del nuevo museo aún no ha sido definida


El Castillete recuperará su magia



La actividades de limpieza y demarcación del antiguo hogar de Reverón comenzaron la semana pasada. El Estado y la comunidad negocian los términos de la reconstrucción


El Instituto de Patrimonio Cultural preservará las ruinas. [Foto: Nelson Castro]

CARMEN VICTORIA MÉNDEZ

En Macuto perdura el milagro de un mundo inventado, el refugio paradisíaco del Robinson Crusoe de la pintura. Con estas palabras describió el cineasta español Carlos Saura al Castillete en 1992, en ocasión de la exposición antológica de Armando Reverón en el Museo Reina Sofía de Madrid. Del hogar amurallado que el pintor levantó con sus propias manos apenas queda un muro de piedra. El deslave arrasó los dos caneyes; el edificio anexo, hoy en ruinas, se convirtió en el hogar de un indigente y de varios animales. Así ha permanecido 12 años, pero se espera que el lugar recupere parte de su magia en 2012.

Aproximadamente 5 millones de bolívares es el presupuesto que la Comuna Socialista Guaicamacuto calcula que se destinará a la reconstrucción del Castillete. El colectivo, que reúne a 13 consejos comunales de la zona, encabeza el proyecto junto con el Ministerio de Cultura, el Instituto de Patrimonio Cultural, la Oficina de Proyectos Especiales de la Presidencia, además de la Alcaldía y la Gobernación de Vargas.

La actividades de limpieza y demarcación del lugar comenzaron la semana pasada. Sin embargo, las instituciones aún no han llegado a un consenso de lo que se va a hacer. El ministro Pedro Calzadilla anunció la reconstrucción parcial de la obra. "Hay un proyecto de edificación y una propuesta de la comunidad para replicar (sic) una parte del taller, tal como fue, y crear allí un espacio cultural comunitario afincado en la memoria de Armando Reverón", dijo a la emisora Alba Ciudad.

La comunidad pide una réplica exacta. "Queremos el Castillete como estaba. La propuesta nuestra es la reconstrucción total de la obra, con la participación de los vecinos", afirma Johnny Altuve, un músico popular que forma parte de la Comuna Guaicamacuto, mientras supervisa la labor de los trabajadores de Corpoelec. La compañía estatal coloca puntos de luz entre las ruinas a petición del colectivo.

Altuve asegura que entre los detractores de la idea están varios historiadores y expertos en patrimonio, que alegan que lo que allí se levantará es un falso histórico. Es el caso de Gilberto Rodríguez, director de planes y estrategias de la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos Especiales. Este organismo presentó en 2007 un plan para crear un museo de sitio, de carácter conmemorativo, que respetara las ruinas del viejo Castillete y les diera un valor patrimonial e histórico. "Entiendo su posición, pero en la comunidad de Macuto hay un consenso para reconstruir todo el Castillete, y debe ser respetado, así sea un falso histórico. Hablan de reconstrucción parcial, pero el criterio que debe prevalecer no es el de ellos, sino el del colectivo.

Estamos hablando de mis raíces. No pretendemos negarle a la gente que venga en el futuro que lo que verán es una réplica, pero debe ser lo más fiel posible a lo que hizo Reverón", dice Altuve.


Un indigente acompañado de varios animales habita en lo que queda del edificio anexo del museo

Demolición del anexo. El destino del terreno de 500 metros cuadrados se debate actualmente. Los organismos del Estado que participan en el proyecto instalaron mesas de trabajo con la comunidad.

Hasta ahora, se ha acordado la demolición de lo que queda del edificio anexo (construido a principios de los años noventa), en el cual se presentaban exposiciones temporales. "Pronto serán transferidos 120.000 bolívares a la junta comunal para demoler esa parte. Es algo que se llevó a discusión en el Parlamento. El sector Las Quince Letras no cuenta con un consejo comunal activo, por eso solicitamos los recursos a través de la comuna. Queremos avanzar", indica Altuve.

La arquitecta Teresa Montesano, De la dirección de Patrimonio Cultural y Natural del municipio Vargas, señala que lo ideal es comenzar la construcción de otro anexo para brindar un nuevo espacio a la comunidad, así como por razones patrimoniales. "No podemos comenzar por el Castillete, que es más frágil, porque se puede dañar cuando estemos haciendo la otra obra".

Una vez que se construya el espacio cultural comunitario anunciado por Calzadilla hace un mes, se procederá a levantar la réplica. El trabajo será supervisado por el IPC para garantizar que las ruinas sean respetadas.

Montesano asegura que es posible levantar una réplica fiel, pues se cuenta con un amplio registro fotográfico y documental. "Es verdad que Reverón no dejó planos, pero en los años noventa, cuando se convirtió el lugar en un museo, se trazó gráficamente la distribución del Castillete".

Los materiales serán los mismos que empleó el artista: madera, palma y piedras. Por sugerencia del director de la Galería de Arte Nacional, Juan Calzadilla, la Comuna Guaicamacuto desea dotar al museo con una bóveda. "Nos gustaría que haya al menos una obra de Reverón y tener exposiciones itinerantes. Con la GAN acordamos el préstamo de las copias de las muñecas para poder comenzar las actividades", dice Belkys Reyes, integrante del colectivo.

La figura jurídica que tendrá el Castillete es un punto álgido. Los integrantes de la comuna quieren administrarlo para que éste no retome el estatus de fundación de Estado. "Aquí había una institución hermética, que no tomaba en cuenta a la comunidad. De muchacho, yo veía esto como algo cerrado, donde no se podían presentar proyectos que no estuvieran en la línea de las artes. La visión nuestra es participativa porque es hecha por nosotros mismos", recuerda Altuve.

El proyecto no toma en cuenta los criterios de los miembros del extinto Museo Armando Reverón. "Esa fundación fue liquidada y el organismo al que estaba adscrita, que era el Conac, también", dice Reyes.

Lamentablemente no fue posible conversar con María Elena Huizi, ex directora del museo, que en 2001 traspasó los activos de la institución a la GAN.

Sus gestiones por recuperar el lugar no dieron fruto. A principios de año, Huizi declaró a la revista Todo en Domingo de El Nacional que "lo que pasó con el Castillete fue la anticipación de la catástrofe que ocurre con los museos".





Un buen vecino

A la Comuna Socialista Guaicamacuto no le interesa reivindicar a Reverón a través de su obra, sino rescatar el lugar y recuperar la visión que los habitantes de Macuto tenían del pintor. "Mucha gente desconoce la parte comunitaria del artista, al Reverón vecino que leía en voz alta para los demás. Queremos que lo dejen de ver como un loco que estaba encerrado. Ese es un mito que crearon las grandes potencias de cultura para aprovecharse de él, pero la verdad es que le gustaba compartir con la gente, en especial en las mañanas, cuando bajaba una taparita ensartada en un palo para que mi abuela y las demás vecinas se la llenaran con café", expresa Belkys Reyes.

jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Para qué sirven los museos? (cuando funcionan)

Vía: @SandraCAlvarez
Fuente: Código Venezuela
Por: @SergioAntillano



De la definición, aceptada por todos, que elaboró el Consejo Internacional de Museos (ICOM) y del funcionamiento cotidiano de los museos, a que hace referencia Sofía Imber, yo deduzco, que un museo, cuando se asume como tal, es una poderosa herramienta para decodificar la sociedad.

Para ello los museos conforman equipos multidisciplinarios que hacen investigación, reflexión, análisis, diálogos, preguntas y conjeturas que permiten desentrañar lo que ocurre en la sociedad. El museo puede ser un espacio de encuentro para intercambio de ideas y confrontación de visiones desde el pensamiento crítico, que ayude a leer los signos que emergen del colectivo, procesarlos y decodificarlos, para comprender lo que pasa.
En esa labor, el museo ayuda a identificar elementos de identidad cultural, contribuyendo a depurar esa madeja variopinta que llamamos “la identidad nacional” y a la que muchos refieren sin clara comprensión de lo que es. A través del trabajo de un museo, se depura la multiplicidad de expresiones o productos culturales, identificando y validando cuáles realmente conforman elementos de identidad nacional.
En ello y en muchos otros casos, un museo que se comporta como museo, contribuye a legitimar y validar expresiones, lenguajes y productos culturales, al confrontarlos y ponerlos a dialogar con diversos públicos que son atendidos y servidos por el museo según las características y necesidades de cada segmento.
Museo es sinónimo de “valor”; sus espacios, al albergar propuestas, experiencias, expresiones, valores, posturas, saberes, procesos y lenguajes, los pone en valor ante el escrutinio público. De allí aquella expresión de “eso merece estar en un museo”, cuando contemplamos extasiados algo que valoramos, que pensamos debiera preservarse.
Para facilitar la comunicación y diálogo con sus visitantes y usuarios, el museo crea constantemente (o debiera crear) nuevos “lenguajes” museográficos, y sirve de inmejorable espacio para la divulgación y confrontación de nuevos lenguajes visuales o plásticos.
Un museo facilita la conformación de equipos de trabajo diversos, de creadores, diseñadores, mediadores de conocimientos, arquitectos, cineastas, comunicadores, lingüistas y otros, para elaborar lenguajes visuales, sonoros y sensoriales, usados en las exposiciones. Y el museo es, también, el lugar de exhibición, análisis, confrontación y registro de lenguajes plásticos depurados e innovadores, creados por los artistas en su trabajo de investigación y creación.
Con ello el museo apuntala las capacidades de abstracción y creatividad, de sus usuarios y visitantes a quienes eleva a nuevos ámbitos y estadios donde expanden sus capacidades sensoriales. El museo contribuye a desarrollarnos como seres humanos, a ser personas más completas, que usan su creatividad y desarrollan su capacidad de sentir, de percibir.
Con los museos somos mejores personas, más perceptivos y sensoriales, más creativos e innovadores. Y es que un museo, al facilitar el diálogo entre públicos y expresiones o productos culturales, es la más poderosa herramienta multi-sensorial para divulgar y popularizar, para poner al alcance de todos, los bienes culturales en una experiencia vivencial sin igual.
El museo puede democratizar el acceso sustantivo a objetos, piezas, narraciones, obras de arte, filmaciones, sonoridades, anécdotas, historias, elementos del mundo natural o del construido por el ingenio humano. Y ello lo hace el museo por medio de curadurías inteligentes, lenguajes diversos y manejando una gramática de formas de mediación del saber que constituye, al mismo tiempo, una efectiva didáctica del arte o de la ciencias.
Las letras del alfabeto que permite la construcción de esa gramática del lenguaje de museo son los bienes materiales e inmateriales, testimonios de la cultura y la naturaleza de un país y del mundo, que deben ser captados, capturados, adquiridos, coleccionados y acopiados por el museo.
Corresponde entonces a esas instituciones, registrar y catalogar esos elementos que cotidianamente y a lo largo de décadas y centurias los museos están atentos de incorporar a sus colecciones.
Entonces, si un museo cumple con las misiones encomendadas y claramente derivadas del concepto original y mundialmente aceptado, podrá reportar a la sociedad muchos beneficios y en especial podrá contribuir a la felicidad colectiva e individual, al ayudarnos a comunicarnos mejor, a comprendernos como individuos y como sociedad.
Si funciona adecuadamente, el museo nos ayudará a reconocernos como integrantes de comunidades y culturas, acompañándonos en la construcción de identidades. Saber quiénes somos, vernos en ese espejo de nosotros mismos que son los museos (cuando son museos) es parte sustancial de la ayuda que esas imprescindibles instituciones brindan a una sociedad, a un país.

  
Ingeniero civil, con título de Máster of Arts. en Comunicación Visual y en Planificación Ambiental, Especialista en mediación y divulgación de las Ciencias y temas ambientales Tiene experiencia en gerencia de instituciones, empresas y proyectos. Autor y Co-autor de varios libros ha sido igualmente coordinador editorial de publicaciones periódicas y libros. Ha recibido la Orden “Andrés Bello” y la Orden “Henry Pittier” de la República de Venezuela, así como el Premio “Marcel Roche” al Divulgador científico, que otorga la ASOVAC (Asociación Venezolana para el Avance de las Ciencias). Actualmente se desempeña como curador de exposiciones temáticas y consultor de proyectos, en el ejercicio privado de su profesión.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Destinarán Bs 80 millones al casco histórico de Coro

Publicado en: Correo del Orinoco

¿Por qué no invertir en el Casco histórico de Coro Patrimonio de la Humanidad, La misma Cantidad que Farruco invirtió en la construcción del Nuevo Mausoleo para los Restos de Simón Bolívar? 119 millones de Bolívares

El Gobierno venezolano invertirá 80 millones de bolívares en la restauración del patrimonio histórico y arquitectónico del casco central de Coro, estado Falcón, con el propósito de recuperar los espacios turísticos de la región. La inversión permitirá preservar la memoria histórica de la capital falconiana, fundada en 1527, y decretada en 1993, Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. El presidente del Fondo Mixto de Turismo de Falcón, José Luis Naranjo, dijo que ya arrancó la primera fase del proyecto, la cual consiste en el diagnóstico y estudio exhaustivo de la infraestructura, lo que arrojará la mejor estrategia para la recuperación de los espacios coloniales de la ciudad. Asimismo, informó que tienen la tarea de restaurar las tres casas más emblemáticas de la arquitectura histórica de la ciudad: la Casa del Tesoro, la Casa del Sol y la Casa de las Ventanas de Hierro, reseñó un comunicado de prensa. Coro, conocida también como la ciudad museo, tiene más de 600 inmuebles que lucen una arquitectura propia del periodo colonial y republicano, con las características propias de las construcciones de España, Holanda y sus islas (Aruba, Bonaire y Curazao).

Museo de Arte Contemporáneo cerró sus salas por falta de personal


Fuente: El Universal 
Solo están abiertas las salas 1 y 2 (Archivo)
EL UNIVERSAL
martes 20 de septiembre de 2011  12:00 AM
Cerradas. Así permanecieron el domingo pasado la mayoría de las salas del Museo de Arte Contemporáneo por una razón que los empleados de la institución no tienen ningún prurito en esconder: "falta de personal". 

Los visitantes no pudieron entrar, por ejemplo, a la muestra 0.05 Gallos, galleros, galleras: semblanzas de una tradición / Fotografías y videos, en la que el artista venezolano Guillermo Hung exalta el rito de las peleas de gallos; debido a que no había personal de seguridad que custodiara las obras. 

"Sólo están abiertas las salas 1, 2,3,4,5 y 6", dijo amablemente una de las empleadas detrás del mostrador de información. Pero nada más errado, pues poco pasos más adelante, a la entrada de la sala 3, 4, 5 y 6 todos los visitantes se iban topando con un cartel con la frase "cerrado". 

Pero extraña sobre todo que la sala dedicada a la exposición de la colección de grabados La Suite Vollard de Pablo Picasso no solo permanezca cerrada, sino que hasta las piezas han sido descolgadas de las paredes. 

martes, 13 de septiembre de 2011

El ABC de Jacobo Borges - Pintor y cineasta “No hay manera de matar a la cultura; la cultura que se muere ya estaba muerta”

vía: @hectorres
fuente: abcdelasemana
por: Macky Arenas



Alguien dijo de Jacobo Borges que es “el ser más moderno que existe”. Una especie de hombre del Renacimiento, traducido en criollo. Más que venezolano, caraqueño  a rabiar. Conversador apasionado por dos temas que lo seducen: el arte y la gente. Su obsesión por comunicar a través de su trabajo lo empuja a innovar hasta hacerse irrepetible, aún para él mismo. Uno no se lo imagina sin la calidez en que vive envuelto por la compañía de Diana. Quisiera tener una varita mágica para cambiar el mundo y convertir al poder en animador de progreso. Lo que sí tiene es una paleta que hace magia a la hora de juntar colores y repartir emociones. Sabe de todo y un rato con él es como ganarse una “cajita feliz” repleta de buenas vibraciones.
Jacobo Borges: “Aún la ficción puede ser un fiasco”
- Sabemos que ud es pintor, cineasta, dibujante ¿que más?
- He hecho mucho teatro y ahora, con gran orgullo, soy el asistente de dirección de mi hija, Ximena. Es cultísima, canta ópera. Ahora está en Austria. Hay gente que cree que va a llegar muy lejos. Yo trabajo con ella. Tiene la idea de desarrollar los recitales pero de una manera novedosa. Soy parte de eso. Diana, mi esposa, que es diseñadora gráfica, se encarga de los trajes y otras cosas. Mi responsabilidad es montarle el espectáculo, pero siempre bajo la dirección de Ximena. Con el hijo de Isabel Palacios,  quien es músico, se proponen hacer en Venezuela algo parecido a los Café Concerts…en eso andan.
-  Lleva mucho tiempo viajando, pasa largas temporadas fuera de Venezuela, ¿se siente desarraigado por eso?

-  No, para nada. Yo salí a los 20 años, pero regresé. Siempre regreso. Mis raíces aquí son muy profundas.  Una de las cosas que aporta raíz es vivir en una casa. Viví en una  casita y recuerdo cuando, siendo apenas un niño, pasaban las carrozas fúnebres. Era la época en que tener un par de zapatos equivalía a ser rico, pero yo me sentía importantísimo porque en mis calles circulaban constantemente esos automóviles tan elegantes. Tomaba leche de vaca, pues al lado había una vaquera. La Catia de aquellos tiempos no tiene nada que ver con la de hoy. ¡Yo llegué a ver la Laguna de Catia! Así que a pesar de la pobreza, tengo muy gratos recuerdos. Ellos son mi raíz.

-  Seguramente tuvo también buenos amigos…

- ¡Claro! Nos reuníamos en la Plaza Pérez Bonalde José Ignacio Cabrujas, Oswaldo Trejo, Emilio Santana -el periodista-, Cedeño, de quien no recuerdo su nombre porque lo llamábamos “Falsete”. Era cantante de ópera y daba unos “do” de pecho impresionantes. Nos veníamos al Country Club de madrugada, él comenzaba a cantar y el gentío a despertarse. Fúricos, los insomnes nos insultaban.  Entonces se oía el vozarrón de Cabrujas diciéndonos: “¡Qué incultos son!” Era divertido, cosas de muchachos.

-  Los centros culturales venezolanos han sido tomados por el gobierno, lo que compromete el destino de las artes plásticas en el país. ¿Funciona eso de enfrentar la cultura popular a la cultura de elites?
- El gobierno  tiene opinión de lo que debe o no debe hacerse en el arte. Eso es muy diferente a patrocinar, apoyar o estimular. Ello puede ser negativo y hasta producir crisis, pero no olvidemos que las grandes obras han aparecido en los peores momentos de la historia de la humanidad. Tampoco debe apuntalarse demasiado al arte pues genera mucha mediocridad. La cultura no debe surgir porque esté apoyada. Y si está viva debe ser respaldada por la gente, por los lectores, por el público teatral. Pienso, por ejemplo, en El Ateneo, les cerraron el lugar, consiguieron otra cosa y allí están, vivos. No hay manera de matar a la cultura. La cultura que se muere, ya estaba muerta antes.
-  Claro, porque una cosa es apoyarla y otra pretender secuestrarla, meterla por un  callejón, pintarla de un color…

- Eso no ha funcionado en ninguna parte.  Fíjate en la novela venezolana actual. Uno de los momentos más extraordinarios de la novelística venezolana está hecho fuera de todo eso.  Ahora hay más y mejores novelas que nunca.
-  Sin embargo, si Shakira mueve las caderas o un basketbolista encesta, eso es un acontecimiento; mientras que un destacado artista plástico, que antes era una vedette, seguido por miles y buscado por los medios, hoy parece olvidado. Hasta la cultura es en nuestros días una columna en las secciones de arte y espectáculos, ya no ocupa un primer plano. ¿Qué dice a eso?
-  En el año 1952 yo vivía en Paris y recuerdo que la gente compraba los periódicos de arte por los interesantes debates que contenían.  Hoy no los hay. Se han reducido al mínimo. Paris tiene grandes museos y muy cerca está el complejo de Walt Disney.  En el mismo Nueva York, cuando en los años 50 se inauguraba una obra de teatro era un acontecimiento, ahora son los musicales. El teatro ya es casi marginal. Las obras que tienen una cierta profundidad están fuera y cuando llegan lo hacen de manera indirecta. Toda la inspiración de Lady Gaga está en el arte contemporáneo. Su traje de carne que tanto escándalo produjo recientemente lo hizo aquí Tabla Redonda, La Necrofilia, hace treinta o cuarenta años.

- ¿Entonces todo esto de la banalización es un asunto cíclico?
- Puede ser visto así. El “dadaísmo” se produjo en un café, no en un gran centro. Allí iban 100 o 200 personas.  A Lady Gaga –que a lo mejor se llama así por “dada”- la ven 50 millones de personas. ¿Cuántos se han leído Don Quijote o La Ilíada? Hay gente que conoce a Botero pero no conoce a Polo. ¿Cuánta gente lee a Onetti, cuántas son las ediciones de su obra? No es que nos guste, es que es así. Si lo que tiene posibilidades de salir está controlado, es un agregado nefasto. Pero en Estados Unidos no lo está y a pesar de ello sólo de vez en cuando surge algo sobresaliente.
- ¿Será que simplemente hay productos más comerciales que otros?
- El cine lo es totalmente. Tú no inviertes cien millones de dólares para perderlos. Apocalipsis Now tenía otro final, pero Georges Luckas tuvo que cambiarlo porque de lo contrario la película se le iba al zipote. En Hollywood hay gente que se especializa en “finales” y hay directores allá que no tienen derecho al final-cut. En el contrato está.  Aún la ficción puede ser un fiasco.
- ¿Qué es el éxito, entonces?

- Puede ser el que una obra pierda su densidad. Chaplin fue un fenómeno, aplaudido por todos. Una cosa rara.
-  En su caso, al principio, en los años 60, rompió con el cinetismo pero persistió en todo aquello del “Performace”, la” Imagen de Caracas”, novedades multimedia como una manera de incorporar a la gente a la obra…

- Siempre ha sido mi empeño. En aquél tiempo lo conseguí, pero al precio de ir preso. Tuve muchas críticas negativas, no obstante hoy esa obra es un referente. La expuse en la Bienal de Sao Paulo. Aún la gente que trabajaba conmigo no la comprendía. Creían que estaba haciendo cine. Yo quería una obra total, que rompiera con la idea del público al  margen del asunto. Era como un ritual, como el origen del teatro, que fue ritualista. Hay un teatro vivo, de calle, atemporal y ese era el que yo quería, donde se confundieran los roles de actor y espectador.
“Siempre he tenido un corazoncito político”
- Pero, ¿por qué fue  preso?

- El impacto hace 50 años fue brutal. Representamos una ciudad y pretendíamos mostrar que todos somos responsables por lo que habíamos hecho de ella. Duró sólo un mes. Un buen día se presentó el Presidente Leoni. Entró con  su comitiva e invitados por un espacio bajo, como todo el mundo. Era una época de guerrillas, de miedo, de tiros, bombas y eso también se reflejaba en la obra. Cuando comenzó la acción hasta el Presidente terminó en el suelo. Igual su escolta civil y la Casa Militar. Sólo habían pisado globos que simulaban explosiones, pero fue el caos. Creyeron que ocurría un golpe de Estado. Era una gala de inauguración, así que había embajadores con sus esposas en trajes largos. Todos corrían y gritaban.
- Un Orson Welles criollo, pues…

_ El ruido era infernal pues las estructuras estaban hechas de metal. Todo muy enredado, había cubos que se interconectaban, subían y bajaban por calles donde incluso circulaban motos. Sumamente real, una vaina caótica como es Caracas. Cuando lograron salir del túnel nadie entendía lo que pasaba, pero por un instante vieron la Caracas de todo el mundo. Terminé preso. Ordenaron cerrar eso.
_  Siempre ha tenido su corazoncito político. Tal vez no todos recuerden que Jacobo Borges figuró entre los fundadores del MAS…

-  Fue por mi vocación social, por mi angustia de construir una sociedad más justa, más inclusiva. Nosotros los venezolanos somos responsables de la situación a la que estamos llegando.  No es que todos lo seamos en igual medida, pero hay que asumir  la parte que nos toca y aprender la lección.  Es incomprensible que veamos con displicencia lo que ocurre en Venezuela.  Por alguna razón yo ascendí rápidamente y quería hacer algo por mi gente a partir de lo que sabía, así que recorrí este país pintando murales. Nos hemos olvidado de la gente, de los que pasan trabajo. La política fue un recurso en ese momento para lo que yo creía necesitábamos: un sistema que se pareciera a nosotros. Pero Maquiavelo me hizo ver la realidad: tampoco quería el poder por el poder. Así que comencé a pensar, junto a Diana, en otras alternativas de trabajo social.
2) Ahora trabaja en técnicas de tercera generación; este mes comienza una exposición en la Galería Freites de Las Mercedes
-  ¿Y cristalizaron algo?
- Tomamos la decisión de invertir toda la economía que habíamos levantado en 10 años en un proyecto por la comunidad. Lo queríamos pequeño, manejable. Y allí comenzó la experiencia de San Diego de Los Altos. Allá vivimos por años y fundamos un centro de aprendizaje que llamamos “Casarte”. La idea no era producir artistas, sino enseñar a la gente oficios, a montar pequeñas empresas o desarrollar las iniciativas que ya estuvieran en marcha, desde bodegas hasta posadas, elaborar artesanía, en fin, algo para que el pueblo movilizara su potencial turístico y se beneficiaran del producto de su trabajo. Acariciábamos la posibilidad de tener hasta una escuela y un liceo que ellos mismos pudieran gerenciar. No obstante, hay mucho trecho entre la ilusión y la realidad. No fracasamos pero cometimos un error: la gente no se involucró lo debido. Nosotros manteníamos  aquello.  Es un error creer que el “hombre nuevo” nace sin dinero. El dinero te da soporte y también duele si lo gastas, lo que hace apreciar el esfuerzo. El dinero como el lenguaje es simbólico, lo que no significa que puedas vivir sin ellos. Hoy el proyecto continúa, pero sin nosotros.
“No puedo vivir sin Caracas”
- ¿En qué anda hoy el artista?
-  Soy un hombre de búsquedas, de nuevos planteos, un fanático de todo lo que avance. No puedo imaginarme repitiéndome al infinito. Ahora trabajo en técnicas de tercera generación. Así tenga que viajar mucho al exterior, siempre estoy aquí con mi obra. Este mes comienzo una exposición en la Galería Freites de Las Mercedes. Es que yo soy un caraqueño empedernido. No puedo vivir sin Caracas, sin El Ávila, sin su gente. Haga lo que haga y vaya a donde vaya, esto es lo mío. Adoro a Caracas.
-  ¿Así como está, malquerida y maltratada?
-  Una vez escuché por horas a Alfredo Maneiro enumerar revoluciones que no valieron una gota de la sangre por ellas derramada. El mundo necesita transformaciones, todos los movimientos a favor de la democracia están gritando que se quiere una nueva forma de ejercicio del poder. Los ciudadanos crearon al Estado para que los protegiera pero resulta que se ha convertido en opresor. Sobre todo los jóvenes, que son el futuro, aspiran a que algo cambie, a que el control ceda espacio a la tolerancia y la participación.
- ¿Qué quiere Jacobo Borges para el país?
- Aspiro a relaciones basadas en el respeto. Rechazo los insultos. No creo que el actual estado de cosas conduzca a Venezuela a un tiempo mejor. Toda sociedad montada sobre el enfrentamiento y la violencia lleva a la insensibilidad. Aquí suceden cosas verdaderamente dramáticas y estamos como anestesiados. La gente penando, metida en refugios, en cárceles inhumanas, nada de eso conmueve. Es insoportable.
- ¿Por qué estamos tan entrampados?
- ¡Porque todo el problema es el poder! Sólo importa quién manda, quién dirige, quién tiene la sartén por el mango. Me van a considerar incómodo de un lado y del otro porque todos andan en eso. El problema no es el poder, sino cómo se ejerce y para qué. El problema es cómo hacer las cosas para que todos nos sintamos mejor.

-   Bolívar lo dijo antes: el mejor gobierno es el que produce mayor suma de felicidad a la gente…

-  ¡Claro! Ese el punto, la felicidad de la gente. Pero eso parece no contar. Nosotros no hemos tenido nunca, ni antes ni ahora, una verdadera conciencia de nación. Si en algo nos importara, hace rato que viviríamos muy bien con los cuantiosos recursos de que ha dispuesto Venezuela. Países ínfimos en territorio de la nada han hecho progresos notables, pero han dedicado esfuerzo y dinero a la Educación. Mucho se habla del “imperialismo”, pero pretendemos derrotarlo con atraso. ¿Cómo han hecho los chinos para ganarle terreno a Estados Unidos? Trabajando, capacitando a su gente, compitiendo con habilidad. Buena parte de la contabilidad de los bancos norteamericanos se hace en la India.  Mientras tanto, nosotros nos dedicamos a forcejear por mantener el poder. La felicidad  sigue esperando.  El juego suma cero.-