Fuente: El Nacional
Por: Carmen Victoria Méndez 20-Jul de 2012
Cuando la pintura Odalisca con pantalón rojo de Henri Matisse desapareció de la bóveda del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas estaba valorada en 3 millones de dólares.
Ha transcurrido una década y el maestro del fauvismo ha establecido récords en subasta.
Por ende, actualmente el valor del cuadro robado asciende a 17 millones de dólares.
La información la proporcionó la investigadora y tasadora de obras de arte Beatriz Sogbe.
"La prensa reseñó que la obra vale 3 millones de dólares. No sé qué clase de tasador dio una cifra semejante. Piezas de esa calidad en 2010 y 2011 se vendieron entre 14 millones y 17 millones de dólares".
En una subasta de Christie’s realizada en Nueva York en mayo de este año, el bodegón Las peonías, pintado por Matisse, alcanzó el precio de 17 millones de dólares. El récord para una obra del pintor francés es de 48 millones de dólares y corresponde a un relieve de bronce vendido en Nueva York en 2010. "Ignoramos si una pieza robada pueda adquirir mayor notoriedad en una subasta pública, pero esos son los cálculos para una obra suya", indica Sogbe.
Marianela Balbi, autora del libro El rapto de la Odalisca, publicado en 2009, tomó como referencia el último avalúo de la empresa aseguradora de la colección del MAC, que era de3,5 millones de dólares. "Pero este tipo de hechos pueden hacer subir el precio de una obra", dice.
Dos detenidos. Hasta ayer en la tarde, el Ministerio Público y el Instituto de Patrimonio Cultural aún no habían recibido una confirmación de la autenticidad de la obra por parte del FBI o de los peritos de los Archives Matisse, la única institución certificada para examinarla. El supuesto Matisse fue hallado el miércoles en manos de Pedro Antonio Marcuello Guzmán, de 46 años de edad, un cubano residenciado en Miami, Florida, y María Martha Elisa Ornelas Lazo, de 50 años, de Ciudad de México.
Ambos fueron detenidos en una operación encubierta llevada a cabo por agentes del FBI, cuando intentaban negociar el cuadro en una habitación del hotel Loews de Miami Beach. Allí mostraron la obra, que transportaron enrollada en un tubo, a un agente que se hizo pasar por marchante de arte.
La pintura fue reportada como robada ante la Interpol en 2003, cuando el MAC descubrió que el lienzo que estaba guardado en su bóveda había sido sustituido por una falsificación, mientras el original era ofrecido en venta en el mercado secundario de arte de Miami.
A Marcuello y Ornelas se les acusa de "transporte de propiedad privada en comercio entre Estados y posesión de propiedad privada", cargos por los que podrían recibir una pena de cárcel de hasta 10 años. De acuerdo con la agencia Efe, en la declaración jurada de uno de los funcionarios del FBI consta que los acusados sabían que tenían en su poder una obra robada. La prueba de ello está en una serie de conversaciones entre Marcuello y los agentes encubiertos, que fueron grabadas.
En ellas el detenido indica que el cuadro estaba oculto en Ciudad de México y que él y sus socios estaban dispuestos a venderlo por 20% de su valor real. El FBI también tiene fotografías de la obra que fueron enviadas en diciembre de 2011 por correo electrónico.
De acuerdo con la declaración, Marcuello estaba al tanto de que la obra fue robada del museo y sustituida, delito que atribuyó a "unos venezolanos". Por eso rebajó el precio a 740.000 dólares. El viernes pasado le informó al agente encubierto que el nombre del "correo" que llevaría la pintura robada era María Elisa Ornelas Lazo y que llegaría el lunes a Miami.
Dos desconocidos. Los detenidos no forman parte del cerrado mundo del arte, indica Balbi. "En la lista de nombres de contactos y testigos que manejé mientras escribía el reportaje nunca figuró el de Ornelas o el de Marcuello. Probablemente se trate de intermediarios".
Sogbe considera que es significativo que el FBI haya recuperado la obra. "Temía que las personas que la tenían en su poder terminaran destruyéndola para borrar la evidencia del robo".
La tasadora y crítico asegura que se trata de una pieza invendible, pues está catalogada por muchas instituciones. "La cosa más estúpida que puede hacer un ladrón de arte es robar una pintura famosa. Ningún coleccionista adquiriría una obra de ese talante sin consultar a varios expertos de arte, un tasador calificado y la fundación correspondiente. Nadie va a arriesgar tanto dinero en una pieza robada. Creo que el ladrón andaba desesperado por salir del cuadro al ofrecerlo en 1,5 millones de dólares".
Sogbe espera que la repatriación de la obra se haga de acuerdo con el protocolo: que sea colocada en un bastidor, que se pague un seguro para su traslado y que sea correctamente embalada.
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