La Ley Orgánica de Cultura entrará pronto en debate. De hecho, ya se habla de dos anteproyectos -uno del oficialismo, otro de la oposición- que están a la espera de su discusión. Sin embargo, el diputado Miguel Ángel Rodríguez, presidente de la Comisión Permanente de Cultura y Recreación de la Asamblea Nacional encargada del proyecto, explicó que sólo existe uno, que aspiran tener listo para finales de este año.
El anteproyecto de ley que trabaja el comité que preside el otrora periodista de RCTV se basa en el artículo 2 de la Constitución Nacional: "Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político".
Según Rodríguez, la ley tratará de eliminar la discriminación política que existe hoy en la nación. Nada de privilegios para unos y represalias para otros, dice.
-¿Hay un anteproyecto de ley por cada sector?
-No. Nosotros tomamos como punto de partida un proyecto de Ley Orgánica que había sido aprobada en primera discusión en 2005. Ese proyecto de ley sufrió, durante los últimos años algunas añadiduras. Pero esta nueva Comisión de Cultura y Recreación tomó por consenso -los 11 miembros que la integran- la revisión total del proyecto. Nombramos dos subcomisiones para adelantar el trabajo: una comisión de contenido -para añadir, eliminar y agregar capítulos y artículos- y una comisión que prepara el proceso de sometimiento a consulta pública una vez hayamos terminado el trabajo.
-¿Entonces el proyecto oficialista que circula por ahí no tiene validez?
-Ese no es. Nosotros trabajamos un nuevo Proyecto de Ley Orgánica de Cultura. Esa fue la decisión que tomamos por consenso. Eso consta en acta y en las grabaciones de las plenarias de la comisión.
-¿Y qué cambios tendrá el proyecto que trabajan?
-Trabajamos para que esta Ley Orgánica de Cultura sirva a todos los venezolanos en cualquier momento. Incluso, desde la exposición de motivos, estamos acoplándola a los valores fundamentales de la constitución. Antes vimos un proyecto orientado hacia un estado socialista. Nosotros trabajamos para un proyecto que sirva a un país como el establecido en la Constitución, que no es socialista. Es un estado de justicia. Nosotros copiamos exactamente esos valores que están.
-¿Qué beneficios traería la ley al sector cultural?
-Tener garantía expedita de que el trabajo que se haga desde el sector cultura va a ser tomado en cuenta como valores para el sector educativo, para el sector de la justicia y de la seguridad del país, para el sector de los derechos humanos. Y, obviamente, contenido y valores para la producción artística. Por lo general la gente dice que el sector cultural es sólo el sector de producción artística. No, nosotros le damos el sentido correcto al ámbito cultural.
-Uno de los anteproyectos estipula que un artista novel nacional no debe quedar en desmejora salarial con uno extranjero. ¿Eso está en la ley que la comisión está trabajando?
-No. A través de esta ley orgánica tenemos que promover y fomentar la producción artística nacional, pero no bajo esas condiciones.
-¿Cuándo tendrán listo el proyecto definitivo?
-Para el último trimestre de este año debe estar en consulta pública. Estamos intentando que la ley blinde y proteja la garantía de pluralismo y derecho de igualdad para que no ocurra lo está ocurriendo ahorita. Por ejemplo: el tema de la utilización de la infraestructura cultural debe ser para todos por igual. No sólo para los grupos que sean afines al gobierno de turno. También para la oposición. Estamos previendo la inclusión de un artículo respecto a la actividad política como fenómeno cultural, porque el gobierno utiliza a sus anchas la infraestructura cultural para sus fines políticos. Y si definimos que la política es un bien cultural, todo el mundo va a tener derecho a utilizar la infraestructura cultural para asuntos políticos.
-¿Y a nivel de financiamiento será igual?
-El financiamiento debe ser para ambos sectores. Y no sólo para el que grita ¡Uh Ah! Ahí hacemos grandes esfuerzos para ese sector. Insisto, si convenimos que la política es un bien cultural, tiene que ser para todos. También a nivel de decisiones como, por ejemplo, qué tipo de textos importar, qué tipo de cinematografía fomentar o financiar. Hemos tenido varios escándalos con el tema de la importación de los libros.
-Ese sector, y el de cine, ha tenido muchos problemas en los últimos años
-Sí. La ley incluye la erradicación de la discriminación por motivos políticos. Ahorita los que traen libros de corte comunista no tienen problemas con divisas. Y no sólo eso, sino que aquí son gratuitos. Nosotros tenemos que blindar el tema de la no discriminación y por eso hablo sobre los principios fundamentales de la constitución. Eso no está en un proyecto que anda por ahí. Se hablaba de que era una ley para hacerle camino a la nueva ética socialista. Todas esas cosas las quitamos. Todas esas alusiones a un modelo o país que no sea el que está establecido en la constitución lo quitamos. Y por eso nos hemos demorado tanto, pero ni yo ni los diputados de la Mesa de Unidad Democrática va a aprobar ni a negociar un ápice de los intereses. Nosotros estamos esperando tener mejor acabado el trabajo que hacemos para posteriormente publicitarlo.
-¿Y cómo lo toman los diputados del oficialismo?
-Al principio hicieron algo de escándalo. Pero debo reconocer que los diputados que me acompañan en el seno de la comisión se han acoplado bien. Nos hemos tratado con respeto y consideración. Y la verdad es que ambos sectores nos hemos llamado la atención sobre la necesidad de deponer actitudes sectarias para poder presentar al país una ley que represente a todos por igual. Ahí no hay mejor parámetro que la Constitución. La Carta Magna no habla de un país comunal; en consecuencia, no hacemos una ley para un país comunal ni un estado comunal. Nosotros hacemos una Ley Orgánica de Cultura que desarrolle la Constitución. Hemos tenido problemas porque hay intentos para desarrollar alguna de las leyes que ellos aprobaron para justificar su camino al modelo comunista, pero nosotros no estamos dispuestos a ceder en este proyecto.
El anteproyecto de ley que trabaja el comité que preside el otrora periodista de RCTV se basa en el artículo 2 de la Constitución Nacional: "Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político".
Según Rodríguez, la ley tratará de eliminar la discriminación política que existe hoy en la nación. Nada de privilegios para unos y represalias para otros, dice.
-¿Hay un anteproyecto de ley por cada sector?
-No. Nosotros tomamos como punto de partida un proyecto de Ley Orgánica que había sido aprobada en primera discusión en 2005. Ese proyecto de ley sufrió, durante los últimos años algunas añadiduras. Pero esta nueva Comisión de Cultura y Recreación tomó por consenso -los 11 miembros que la integran- la revisión total del proyecto. Nombramos dos subcomisiones para adelantar el trabajo: una comisión de contenido -para añadir, eliminar y agregar capítulos y artículos- y una comisión que prepara el proceso de sometimiento a consulta pública una vez hayamos terminado el trabajo.
-¿Entonces el proyecto oficialista que circula por ahí no tiene validez?
-Ese no es. Nosotros trabajamos un nuevo Proyecto de Ley Orgánica de Cultura. Esa fue la decisión que tomamos por consenso. Eso consta en acta y en las grabaciones de las plenarias de la comisión.
-¿Y qué cambios tendrá el proyecto que trabajan?
-Trabajamos para que esta Ley Orgánica de Cultura sirva a todos los venezolanos en cualquier momento. Incluso, desde la exposición de motivos, estamos acoplándola a los valores fundamentales de la constitución. Antes vimos un proyecto orientado hacia un estado socialista. Nosotros trabajamos para un proyecto que sirva a un país como el establecido en la Constitución, que no es socialista. Es un estado de justicia. Nosotros copiamos exactamente esos valores que están.
-¿Qué beneficios traería la ley al sector cultural?
-Tener garantía expedita de que el trabajo que se haga desde el sector cultura va a ser tomado en cuenta como valores para el sector educativo, para el sector de la justicia y de la seguridad del país, para el sector de los derechos humanos. Y, obviamente, contenido y valores para la producción artística. Por lo general la gente dice que el sector cultural es sólo el sector de producción artística. No, nosotros le damos el sentido correcto al ámbito cultural.
-Uno de los anteproyectos estipula que un artista novel nacional no debe quedar en desmejora salarial con uno extranjero. ¿Eso está en la ley que la comisión está trabajando?
-No. A través de esta ley orgánica tenemos que promover y fomentar la producción artística nacional, pero no bajo esas condiciones.
-¿Cuándo tendrán listo el proyecto definitivo?
-Para el último trimestre de este año debe estar en consulta pública. Estamos intentando que la ley blinde y proteja la garantía de pluralismo y derecho de igualdad para que no ocurra lo está ocurriendo ahorita. Por ejemplo: el tema de la utilización de la infraestructura cultural debe ser para todos por igual. No sólo para los grupos que sean afines al gobierno de turno. También para la oposición. Estamos previendo la inclusión de un artículo respecto a la actividad política como fenómeno cultural, porque el gobierno utiliza a sus anchas la infraestructura cultural para sus fines políticos. Y si definimos que la política es un bien cultural, todo el mundo va a tener derecho a utilizar la infraestructura cultural para asuntos políticos.
-¿Y a nivel de financiamiento será igual?
-El financiamiento debe ser para ambos sectores. Y no sólo para el que grita ¡Uh Ah! Ahí hacemos grandes esfuerzos para ese sector. Insisto, si convenimos que la política es un bien cultural, tiene que ser para todos. También a nivel de decisiones como, por ejemplo, qué tipo de textos importar, qué tipo de cinematografía fomentar o financiar. Hemos tenido varios escándalos con el tema de la importación de los libros.
-Ese sector, y el de cine, ha tenido muchos problemas en los últimos años
-Sí. La ley incluye la erradicación de la discriminación por motivos políticos. Ahorita los que traen libros de corte comunista no tienen problemas con divisas. Y no sólo eso, sino que aquí son gratuitos. Nosotros tenemos que blindar el tema de la no discriminación y por eso hablo sobre los principios fundamentales de la constitución. Eso no está en un proyecto que anda por ahí. Se hablaba de que era una ley para hacerle camino a la nueva ética socialista. Todas esas cosas las quitamos. Todas esas alusiones a un modelo o país que no sea el que está establecido en la constitución lo quitamos. Y por eso nos hemos demorado tanto, pero ni yo ni los diputados de la Mesa de Unidad Democrática va a aprobar ni a negociar un ápice de los intereses. Nosotros estamos esperando tener mejor acabado el trabajo que hacemos para posteriormente publicitarlo.
-¿Y cómo lo toman los diputados del oficialismo?
-Al principio hicieron algo de escándalo. Pero debo reconocer que los diputados que me acompañan en el seno de la comisión se han acoplado bien. Nos hemos tratado con respeto y consideración. Y la verdad es que ambos sectores nos hemos llamado la atención sobre la necesidad de deponer actitudes sectarias para poder presentar al país una ley que represente a todos por igual. Ahí no hay mejor parámetro que la Constitución. La Carta Magna no habla de un país comunal; en consecuencia, no hacemos una ley para un país comunal ni un estado comunal. Nosotros hacemos una Ley Orgánica de Cultura que desarrolle la Constitución. Hemos tenido problemas porque hay intentos para desarrollar alguna de las leyes que ellos aprobaron para justificar su camino al modelo comunista, pero nosotros no estamos dispuestos a ceder en este proyecto.
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