Por: MARTHA COTORET Publicado en: EL UNIVERSAL lunes 8 de agosto de 2011
El Ateneo de Caracas cumple hoy 80 años. Pero no es la misma institución que Anna Julia Rojas fundó el 8 de agosto de 1931. La fundación cultural se ha visto minimizada desde que el Gobierno nacional decidió quitarle la sede que ocupaba en comodato, aquella que ahora alberga a la Universidad Experimental de Las Artes (Unearte).
Hace dos años que la máxima institución cultural del país está en la Avenida La Sa-lle, justo frente a Venevisión. Allí, comenzó desde cero. Lo que era una casa llena de cajas, ahora es un lugar donde grupos musicales, comediantes y actores -de nuevas y no tan nuevas generaciones- presentan sus propuestas.
-El Ateneo de Caracas está de cumpleaños ¿qué balance puede hacer de la institución?
-Es bueno recordar. Estos 80 años tienen mucho que ver con la vida de María Teresa Castillo. Aquí está una obra que ella hizo y dejó a un equipo de luchadores que decidimos que el Ateneo de Caracas no es un edificio, lo llevamos en el corazón. Tenemos todas las energía de lucha y de combate que aprendimos de ella.
-¿El Ateneo ha encontrado su espacio en esta nueva sede?
-Aquí no se podía entrar de la cantidad de cajas que teníamos. Pasamos meses tratando de acomodar y luego, tratar de acondicionarla para que funcionara. Es una historia de lucha muy fuerte, comparable a lo que ocurre con las guerras. La I o II Guerra Mundial acabaron con ciudades y la gente volvió a empezar de la nada y tenemos esas maravillas de ciudades que se levantaron. Eso es lo que pasa con el Ateneo. A nosotros nos tiraron a matar y decidimos que íbamos a volver a empezar.
-¿Cómo ha sido esta experiencia de reconstrucción?
-Ha sido muy duro. De tener todo, nos quedamos sin nada. Empezamos a hacer café concert, a usar espacios fuera de sede.
-¿Cuál es el balance que puede dar después de casi año y medio del desalojo?
-Tenemos una serie de talleres que funcionan muy bien. La casa se presta para eso, tenemos salones. Los "Viernes Musicales" se llenan, a pesar del aforo pequeño. Además hemos hecho una sala de teatro que se llama María Teresa Castillo y que recuerdan los inicios del Ateneo. La hicimos poco a poco, en un garaje que era suficientemente grande como para que lo ambientáramos. Le pusimos luces, tiene tarima, ya es un espacio escénico. Es importante que en este país donde todo se cierra -no han hecho sino cerrar salas- se esté abriendo otro espacio teatral.
-¿Cómo se está financiando la fundación actualmente?
-Por autogestión. Los talleres nos ayudan a sustentarnos, pero sobre todo las ferias de Navidad y Creadiseño.
-¿Cómo tiene pensado celebrar las ocho décadas del Ateneo de Caracas?
-Hemos diseñado una programación que se llama "8 para los 80 del Ateneo". Allí, los jueves, viernes, sábados y domingos, vamos a presentar a varios actores -en grupos de a ocho- que van a tener ocho minutos cada uno para hacer una gran escena. Después vamos a iniciar otro ciclo con directores que harán escenas de ocho minutos que van a rememorar muchas cosas. También expondremos a partir del 21 de agosto las obras, los documentales y los títeres de Armando Reverón que aparecieron en la película Reverón, de Diego Rísquez. En los "Viernes Musicales" se van a presentar Elba Escobar, Luz Marina y El Guajeo, entre otras agrupaciones.
-¿Qué pasó con el proyecto de retomar el Festival Internacional de Teatro de Caracas?
-El Festival vuelve. Lo vamos a hacer el año que viene.
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