Fuente: Tal-Cual
Por: Andreína Pérez. Fotografía: Cristian Hernández.
La cercanía de las elecciones ha invadido los rincones culturales. Baruta, Catia y Guarenas deben lidiar con trabas gubernamentales para la presentación de obras, musicales y exposiciones
Imagen Cortesía de: Tal Cual
"¿Qué tipo de cultura queremos?", se pregunta el vocero de la organización Procatia, José Quintero, ante el panorama de politización en los espacios destinados para la recreación y esparcimiento en el sector. Del otro lado de la ciudad, una lucha por el comodato de la Concha Acústica de Bello Monte entre la Alcaldía de Baruta y el Instituto Nacional de la Vivienda (Inavi) pone en riesgo las actividades. En la localidad de Guarenas, talleres y cursos de pintura son dictados por "cultores comprometidos con el proceso revolucionario".
El tema podría semejarse a un embudo. En lo macro, sitios destinados (desde su creación) para la presentación de obras, musicales y exposiciones son, hoy, un punto para alocuciones presidenciales, entrega de créditos y mensajes políticos gubernamentales. En la decantación se encuentran promesas inconclusas, parques olvidados y mensajes subliminales.
INVITACIÓN POR MENSAJES DE TEXTO
Para el director de cultura del municipio Plaza en Guarenas, Manuel Aponte, el arte es una prioridad. Sin embargo, hace la salvedad: "Los talleres se dictan por profesionales comprometidos con el proceso".
A su juicio no hay límites ni condiciones para que, en cada sector, se dicten los cursos. Una versión distinta llegó a la Redacción de
Tal Cual . "En nuestra localidad habíamos solicitado clases de danza. Dos días antes de la inscripción presidencial nos llegó un mensaje de texto de quien dictaba el curso en el que nos preguntaba si queríamos ir en el autobús que subiría a Caracas a apoyar al candidato Chávez", señala un vecino de la parroquia mirandina que prefirió mantenerse en el anonimato.
Al responder la solicitud virtual, "ella nos dijo que era importante que nos vieran en el vehículo. Así podías garantizar otras actividades. Que no importaba si apoyábamos o no al gobierno", aclaró la fuente.
Hay términos desconocidos para el director Aponte. "Trinchera" es uno de ellos. Hace algunos meses se realizó en la Alcaldía de Plaza una reunión con todos los vecinos favorecidos con las actividades artísticas. "Mi grupo era el único que no estaba organizado en Consejo Comunal. Cuando preguntamos por los créditos para comprar vestuarios nos dijeron que debíamos estar conformados en uno.
Al fondo, alguien también de la directiva dijo que además debíamos organizarnos en trincheras. Mientras tanto nos quedaríamos sin presentaciones en público", aseguró el informante.
CATIA NO ERA ASÍ
"Este gobierno volvió a Catia a sus orígenes. La plaza se convirtió en un mercado. Nuestros tatarabuelos en su época ya habían combatido el comercio en el lugar, pero este gobierno nos devolvió el caos", apunta el vocero de Procatia, José Quintero. La denuncia del dirigente vecinal es clara: no hay espacios libres de ideología para la música, la pintura, el teatro y la danza.
En la zona funciona un núcleo de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte). Sus muros se alzaron en el mismo lugar donde el Museo Jacobo Borges abría sus puertas a los habitantes del lugar. "No sabemos dónde están las piezas. Nos quitaron un espacio importante", comenta Quintero. Han desistido de pedir sitios para retomar el festival de teatro retro o las demás actividades urbanas que alegraban el transitar peatonal en Catia.
"Nos han dicho tantas veces que no, que ya no lo intentamos. Quien está encargada de dar los permisos era parte de nuestra organización, eso como que se le olvidó", recuerda el vocero. Hay proyectos empolvados, olvidados y cambiados en Caracas. El Retén de Catia es uno de ellos. Al ser destruido en 1997, la primera opción era ampliar el Parque del Oeste. La idea pasó a ser una anécdota. En su lugar, la Policía de Caracas obtuvo el edificio.
La exoneración de entrada en los parques, a simple vista, podría agradecerse en un sector deprimido de la ciudad capital. Pero, "lo que se pagaba era más un estímulo. La gente cuidaba. Había un sentido de pertenencia", explica Quintero. Ahora, este parque, diseñado para ser visitado en la noche por sus circuitos alumbrados, carece de seguridad, luz y cuidado.
"El problema de todo es que no somos partidistas del gobierno. Esa es la razón por la que nos cierran los espacios y pintan las calles con sus consignas", exclamó el representante de Procatia.
LA CONCHA EN PELIGRO
Pasó lo mismo que con el Ateneo de Caracas. El turno es ahora para la Concha Acústica de Bello Monte. La Alcaldía de Baruta recibió una comunicación del Instituto Nacional de la Vivienda (INAVI) en la que se le notificaba la entrega inmediata del recinto cultural al ente gubernamental.
Para la fecha del vencimiento, abril de 2001, ya se había tomado, según el folio, la "decisión irrevocable" de no renovar la condición de comodato. El gobierno municipal pelea con argumentos jurídicos: la demora por parte del Inavi en solicitar la entrega del inmueble, automáticamente se entiende como la renovación del contrato.
El auditorio mirandino es sede de la Orquesta Municipal de Baruta y fue entregada en 1991 a la alcaldía por 20 años. El acuerdo fue suscrito para entonces por alcaldesa Gloria Capriles.
La expectativa por el desenlace de las elecciones presidenciales ha invadido los rincones culturales. En Baruta, la rutina se mantiene hasta tanto el conflicto legal se decida. En Catia, esperan que los tiempos en los que "izquierda, derecha y apolíticos se encargaban de los asuntos en los cuales sí podían ofrecer algo" vuelvan. En Guarenas no saben si la diana del 7 de octubre retumbará en sus teléfonos.
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