Por: DUBRASKA FALCÓN | EL UNIVERSAL viernes 4 de marzo de 2011
Fuente: El Universal http://bit.ly/hjpfeM
Costos de montaje y bajas en el mercado del arte son las principales causas
A simple vista, resulta evidente que la crisis ha entrado en las galerías. Cierto silencio se cierne en sus salas. Las instituciones privadas, que habían tenido en los tres últimos años una época de esplendor, gracias al mutismo en el que cayeron los museos venezolanos, ahora sacan cuentas una y otra vez para realizar una exposición.
Aunque muchos se muestran optimistas ante la crisis, para algunos galeristas el mercado contemporáneo -principal tendencia de comercialización- se ha visto muy afectado, pues los compradores están apostando solamente a los grandes maestros.
Además, los costos del montaje de las exposiciones y el surgimiento de nuevas galerías -para algunos, sin una dirección clara- ha golpeado al mercado. A todo esto se suma el cierre de instituciones como Alternativa, Galería Okyo y, recientemente, la Galería Durban Segnini, que no montará más exposiciones sino que se dedicará solo a la venta de arte.
Beatriz Gil, directora de la galería Artepuy, es tajante al afirmar que su institución se ha mantenido en pie gracias a la venta de obras de maestros como Carlos Cruz-Diez, a pesar de que ella se ha especializado en la promoción del arte joven.
"Siento que hoy hay una especie de informalidad en el mercado del arte. Se han abierto muchas nuevas galerías que no tienen una plataforma seria. Entonces, cuando comparas los gastos de las instituciones organizadas, te das cuenta de que existe una competencia insana. ¡Las ventas han estado muy bajas! Por eso también en este año me he planteado la idea de ampliar el abanico de opciones y apoyar no solo a los jóvenes. ¡Artepuy no ha mermado! Tenemos planeado hacer siete exposiciones en el 2011, como hacemos siempre. Pero estamos mal, y los próximos dos años serán difíciles. Tenemos que luchar", dice con gran optimismo Gil, quien no deja de considerar apostar en el mercado internacional.
Por ejemplo, un montaje sencillo de una exposición de un artista venezolano en la que se exhiban 20 cuadros -incluyendo marquetería, luces, traslado de obras- y se imprima un catálogo de dos páginas, tiene un costo de entre 30 mil y 40 mil bolívares.
Si se trata, en cambio, de un artista extranjero, los precios oscilan entre 150 mil y 200 mil bolívares, pues incluye el pago de seguros internacionales, el traslados de las obras, el registro fotográfico, audiovisual y las invitaciones del artista.
Ana Josefina Vicentini, una de las cabezas de la Galería D'Museo, asegura que las instituciones privadas se están reajustando. Para ella, las galerías están sufriendo exactamente lo mismo que padece una familia al ir al supermercado y ver que los precios aumentan cada semana. La inflación es ahora un enemigo del arte.
"¡Uuuff! Los precios han aumentado mucho. Los costos operativos están altísimos. Son significativamente mayores. De cierta manera, todos se están ajustando a las circunstancias que vive el país. Todas las galerías hemos tenido que irnos reinventándonos. Si crees en un proyecto debes de seguir. La Galería D'Museo no se ha parado. Continuamos con las cinco o seis exposiciones al año", dice.
Ana Teresa Fábregas también está de acuerdo en que la crisis económica ha afectado a las galerías. La directora de Faría+Fábregas asegura que ahora tienen que replantearse las exposiciones.
"Tenemos que buscar la mejor manera de utilizar el dinero, pues las ventas han estado muy bajas. Esto ocurre sobre todo en el mercado primario, que son los artistas que representamos. Lo que se está vendiendo son obras de los grandes maestros. ¡La gente busca invertir sobre seguro! Esto es muy triste, porque lo que hacemos las galerías es apoyar al arte contemporáneo. La crisis hace que se tenga menor acceso a las exposiciones. Nosotros no bajamos la guardia; hacemos de cuatro a cinco exposiciones anuales", afirma Fábregas.
Para Carmen Araujo, quien abrió a mediados de abril del 2010 su galería, el problemas es que de noviembre a febrero son los meses más bajos. Y por eso, según ella, no ha habido movimiento en las galerías. "Creo que lo que pasa ahora es que se busca alargar el comienzo del año expositivo para agarrar mayor movimiento. El silencio se debe a que estamos en el primer trimestre. No más", dice.
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