Escuela Superior de Música José Angel Lamas En la Av. Urdaneta, Caracas
La Escuela Superior de Música José Ángel Lamas forma a 1.009 alumnos
Por: DELIA MENESES | Fuente: EL UNIVERSAL
Las termitas y las polillas hacen fiesta con los pianos de cola de la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas. También se han ensañado con las violas y los violines.
La emblemática edificación que en 1976 fue declarada Monumento Histórico Nacional está a merced de las plagas y las filtraciones. El 7 de diciembre pasado, a raíz de las lluvias, la escuela ubicada entre Veroes y Santa Capilla, en la avenida Urdaneta, recibió la visita de bomberos y especialistas en desastres, quienes pidieron a alumnos y profesores desalojar la edificación.
"Nos dijeron que estábamos incumpliendo las normas. Pero lo que hemos acordado por unanimidad es que no podemos salir hasta no tener otro espacio. Irnos implica que no vamos a volver entrar", dice Marbelys Villarroel, coordinadora académica de la escuela.
Una nómina de 1.009 estudiantes (cuyas edades oscilan entre los 8 y los 40 años) que quieren aprender a tocar piano, percusión, clarinete, violín, entre otros, es la motivación de los 55 profesores para seguir con las prácticas, aun corriendo riesgo.
"No podemos dejar en el aire a nuestros alumnos, ni retrasar sus carreras musicales. Hay arquitectos e ingenieros interesados en participar en este proyecto de restauración pero es muy costoso, incluye levantar un pequeño edificio de 4 pisos en la parte de atrás. Hasta ahora el Ministerio de Educación, de quien dependemos, no nos ha dado respuesta", explica Villarroel. Hace dos semanas, se instalaron los andamios para iniciar la restauración de la fachada del edificio, como parte del plan de reestructuración del casco histórico en el marco del año Bicentenario.
Los que allí trabajan lamentan que el interior de la escuela no esté incluido dentro del plan. "No tenemos techo, y con la humedad las paredes se llenan de hongos y contaminación, y el agua se filtra cuando llueve, en perjuicio de los instrumentos", dijo un estudiante de la escuela.
Los techos de madera de este palacio colonial fueron retirados hace más de una década cuando se iniciaron las obras de recuperación, que luego fueron suspendidas. Hoy, apenas unas laminas de plástico y otras de zinc recubren la edificación donde hay actividad de lunes a sábado de 7 am a 8:30 pm.
"No hemos podido erradicar las termitas y las polillas, nos urge una fumigación general realizada por expertos", solicita Villarroel.
El estado de abandono se evidencia en las paredes sin friso, los baños improvisados, escaleras caídas, pisos con huecos, pupitres desvencijados, paredes rotas y un sistema eléctrico al aire libre.
Hace dos años y medio el techo del auditorio colapsó, los bomberos prohibieron usar este espacio que los alumnos necesitan para sus prácticas. Ahí ensaya la Banda Coral integrada por 80 niños, la Banda Rítmica con sus 100 integrantes, los 150 miembros de la Estudiantina y los 50 músicos de la banda.
La directora Rosa Briceño, docente jubilada, que dedica la mayor parte de su tiempo a la escuela de música, ha enviado comunicaciones oficiales a diferentes instancias pidiendo ayuda, sin éxito hasta la fecha.
La emblemática edificación que en 1976 fue declarada Monumento Histórico Nacional está a merced de las plagas y las filtraciones. El 7 de diciembre pasado, a raíz de las lluvias, la escuela ubicada entre Veroes y Santa Capilla, en la avenida Urdaneta, recibió la visita de bomberos y especialistas en desastres, quienes pidieron a alumnos y profesores desalojar la edificación.
"Nos dijeron que estábamos incumpliendo las normas. Pero lo que hemos acordado por unanimidad es que no podemos salir hasta no tener otro espacio. Irnos implica que no vamos a volver entrar", dice Marbelys Villarroel, coordinadora académica de la escuela.
Una nómina de 1.009 estudiantes (cuyas edades oscilan entre los 8 y los 40 años) que quieren aprender a tocar piano, percusión, clarinete, violín, entre otros, es la motivación de los 55 profesores para seguir con las prácticas, aun corriendo riesgo.
"No podemos dejar en el aire a nuestros alumnos, ni retrasar sus carreras musicales. Hay arquitectos e ingenieros interesados en participar en este proyecto de restauración pero es muy costoso, incluye levantar un pequeño edificio de 4 pisos en la parte de atrás. Hasta ahora el Ministerio de Educación, de quien dependemos, no nos ha dado respuesta", explica Villarroel. Hace dos semanas, se instalaron los andamios para iniciar la restauración de la fachada del edificio, como parte del plan de reestructuración del casco histórico en el marco del año Bicentenario.
Los que allí trabajan lamentan que el interior de la escuela no esté incluido dentro del plan. "No tenemos techo, y con la humedad las paredes se llenan de hongos y contaminación, y el agua se filtra cuando llueve, en perjuicio de los instrumentos", dijo un estudiante de la escuela.
Los techos de madera de este palacio colonial fueron retirados hace más de una década cuando se iniciaron las obras de recuperación, que luego fueron suspendidas. Hoy, apenas unas laminas de plástico y otras de zinc recubren la edificación donde hay actividad de lunes a sábado de 7 am a 8:30 pm.
"No hemos podido erradicar las termitas y las polillas, nos urge una fumigación general realizada por expertos", solicita Villarroel.
El estado de abandono se evidencia en las paredes sin friso, los baños improvisados, escaleras caídas, pisos con huecos, pupitres desvencijados, paredes rotas y un sistema eléctrico al aire libre.
Hace dos años y medio el techo del auditorio colapsó, los bomberos prohibieron usar este espacio que los alumnos necesitan para sus prácticas. Ahí ensaya la Banda Coral integrada por 80 niños, la Banda Rítmica con sus 100 integrantes, los 150 miembros de la Estudiantina y los 50 músicos de la banda.
La directora Rosa Briceño, docente jubilada, que dedica la mayor parte de su tiempo a la escuela de música, ha enviado comunicaciones oficiales a diferentes instancias pidiendo ayuda, sin éxito hasta la fecha.
Ojala puedan arreglar la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas... me gustaria poder estudiar en la misma.
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