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Por: Martha Cotoret // Fuente: TalCual Digital http://bit.ly/h1NTGV
Esta es la segunda vez que Francisco Sesto es destituido como ministro de Cultura. La primera fue en julio de 2008 cuando el arquitecto dejó esta cartera para tomar las riendas del Ministerio de Vivienda. En esta oportunidad, Sesto abandona el despacho cultural para dedicarse a la Reconstrucción de Caracas.
Sesto fue designado en diciembre de 2010 ministro de Estado para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas. Desde entonces, era titular de dos carteras, además de presidente de la Fundación Teresa Carreño.
Sesto "tiene dos ministerios y es mucho trabajo. Él mismo me dijo que prefería quedarse con la tarea de reconstruir Caracas", anunció Hugo Chávez el sábado en la tarde. Lo que no mencionó el Presidente de la República es que para Sesto será más fácil la reconstrucción de la ciudad puesto que es socio de la constructora Sesto y Pou Consultores.
Durante su alocución, Chávez tampoco develó quién será el nuevo encargado de guiar el destino del Ministerio de Cultura. Según fuentes extraoficiales, Sesto estaba ayer todavía en su oficina ubicada en el Foro Libertador. "No sabemos quién va a asumir el cargo", se escuchaba en los pasillos del ente gubernamental.
Sin embargo, desde hace dos meses ha sonado un posible candidato: Pedro Calzadilla, quien es viceministro de Fomento para la Economía Cultural desde el 9 de febrero de 2010.
Calzadilla es historiador y se desempeñó como director del Centro Nacional de la Historia.
Además, Calzadilla participó en la toma de los Archivos de Simón Bolívar y Francisco de Miranda que permanecían hasta el año pasado en la Academia Nacional de la Historia.
TRABAJO DURO
La tarea del nuevo ministro de Cultura no será fácil. El encargado de dirigir ese despacho deberá solventar la crisis a la que los museos venezolanos se enfrentan, empezando por reubicar a los damnificados que ubicados en las salas de exposición.
Otro reto que deberá enfrentar el titular de esta cartera es la solución del déficit de infraestructura cultural en el país, así como la mejora del presupuesto entregado a los distintos grupos artísticos que hacen vida en el territorio nacional.
Sin embargo, el reto mayor será quitarle al Ministerio de Cultura la fama que tiene de segmentario y de poco democrático. El éxito de este funcionario público se corresponderá con su capacidad para escuchar y atender los proyectos y necesidades de todos los trabajadores de la cultura, sin importar su afiliación política.
@mcotoretg
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