Por: Dubraska Falcón.
lunes 11 de julio de 2011 12:00 AM
Es literal: el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (MACC) está bajo las sombras. Sin bombillos se encuentran siete de las diez salas de exhibición de la institución. Es así como el recorrido por la exposición Colección permanente de la Fundación Museos Nacionales. Arte Contemporáneo, que se inauguró a finales del mes de agosto del 2010, se realiza a oscuras.
La respuesta del personal de la sala del MACC es tajante: los bombillos se quemaron. Decirlo les corta la respiración. Ni ellos pueden entenderlo, ni tampoco saben cuándo se va a solucionar el problema. "En unos días los van a cambiar", dicen los trabajadores.
El museo dirigido durante 30 años por Sofía Ímber -el presidente Hugo Chávez la destituyó en el 2001- parece otro. Ni siquiera la exhibición de piezas como las de María Eugenia Bigott, Piet Mondrian, Francis Bacon, Fernando Botero, Marisol, Henry Moore y Joan Miró pueden ser apreciabas con nitidez. El espectador debe detenerse muy cerca de la obra -hecho que en todos los museos es restringido- para poder observar la pieza.
Esto sin contar que las grietas por las filtraciones aún no han sido solucionadas por completo. Una escultura sin nombre de Gerardo Rosales sigue estando muy cerca de unas de las goteras de la sala tres del Museo de Arte Contemporáneo.
La sala seis es quizás la más oscura de toda la institución. Tan solo una luz reposa sobre la escultura Libre sobre pirámide (1988) de Barry Flanagan. Incluso, desde principios de año, en una de las paredes de esa sala se mantiene el mismo cartel: "Temporalmente fuera de exhibición", para referirse al espacio en blanco que debería ocupar la pieza de Armando Reverón del 1936 en el que retrata a dos indias.
En la sala cinco continúa la exposición La huella informal. Obra gráfica de Luisa Palacios, inaugurada el 1 de marzo de 2011 y que, según la nota de prensa enviada por la Fundación Museos Nacionales, debía clausurar el 31 del mismo mes.
Mientras el Museo de Arte Contemporáneo se encuentra bajo las sombras, laSuite Vollard de Picasso continúa cerrada. La sala que muestra los gradados del pintor español realizado entre 1931 y 1934 está desmontada. Los cuadros se encuentran entre la carretillas que las transportan de una sala a otra y un mueble que se encuentra en la sala.
La Suite Vollard de Picasso no se encuentra cerrada con candados ni cadenas. Más bien unos precintos de seguridad plásticos son los que impiden que la sala sea abierta.
Solamente una exposición de videoarte, la muestra Demandas independentistas vigentes y emergentes desde el arte contemporáneo, y la exhibición individual de la sala cero, ¿Quién es el sujeto del sueño? de Alfredo Rajoy son las obras que refrescan el rostro del MACC.
La respuesta del personal de la sala del MACC es tajante: los bombillos se quemaron. Decirlo les corta la respiración. Ni ellos pueden entenderlo, ni tampoco saben cuándo se va a solucionar el problema. "En unos días los van a cambiar", dicen los trabajadores.
El museo dirigido durante 30 años por Sofía Ímber -el presidente Hugo Chávez la destituyó en el 2001- parece otro. Ni siquiera la exhibición de piezas como las de María Eugenia Bigott, Piet Mondrian, Francis Bacon, Fernando Botero, Marisol, Henry Moore y Joan Miró pueden ser apreciabas con nitidez. El espectador debe detenerse muy cerca de la obra -hecho que en todos los museos es restringido- para poder observar la pieza.
Esto sin contar que las grietas por las filtraciones aún no han sido solucionadas por completo. Una escultura sin nombre de Gerardo Rosales sigue estando muy cerca de unas de las goteras de la sala tres del Museo de Arte Contemporáneo.
La sala seis es quizás la más oscura de toda la institución. Tan solo una luz reposa sobre la escultura Libre sobre pirámide (1988) de Barry Flanagan. Incluso, desde principios de año, en una de las paredes de esa sala se mantiene el mismo cartel: "Temporalmente fuera de exhibición", para referirse al espacio en blanco que debería ocupar la pieza de Armando Reverón del 1936 en el que retrata a dos indias.
En la sala cinco continúa la exposición La huella informal. Obra gráfica de Luisa Palacios, inaugurada el 1 de marzo de 2011 y que, según la nota de prensa enviada por la Fundación Museos Nacionales, debía clausurar el 31 del mismo mes.
Mientras el Museo de Arte Contemporáneo se encuentra bajo las sombras, laSuite Vollard de Picasso continúa cerrada. La sala que muestra los gradados del pintor español realizado entre 1931 y 1934 está desmontada. Los cuadros se encuentran entre la carretillas que las transportan de una sala a otra y un mueble que se encuentra en la sala.
La Suite Vollard de Picasso no se encuentra cerrada con candados ni cadenas. Más bien unos precintos de seguridad plásticos son los que impiden que la sala sea abierta.
Solamente una exposición de videoarte, la muestra Demandas independentistas vigentes y emergentes desde el arte contemporáneo, y la exhibición individual de la sala cero, ¿Quién es el sujeto del sueño? de Alfredo Rajoy son las obras que refrescan el rostro del MACC.
DF
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