sábado 12 de febrero de 2011 12:00 AM
DUBRASKA FALCÓN | Fuente: EL UNIVERSAL
Imagen de: Correo del Orinoco
"Yo he sentido siempre que el verdadero Ministro de Cultura es el presidente de la República Hugo Chávez. Uno colabora, pero ha sido él quien ha trazado las líneas fundamentales en la cultura gracias a su compromiso con el pueblo", dijo el Ministro de la Cultura, Francisco Sesto, poco antes de finalizar su participación en la Asamblea Nacional, donde el jueves en la noche le tocó presentar se Memoria y Cuenta.
Para Héctor Manrique, actor, director teatral y fundador del Grupo Actoral 80, la intervención de Francisco Sesto fue "enormemente pobre y decepcionante".
"Terminó echándole la culpa del desastre cultural al Presidente. Básicamente le dijo al país: 'Si a ustedes esto le parece una torta, pues es culpa de Chávez', apunta Manrique, para quien resulta inadmisible que se responsabilice a otro de su memoria y cuenta. "No, yo no le puedo echar la culpa al otro. Él es el ministro", agrega.
Y el artista plástico Rolando Peña, reconocido por hacer de un barril de petróleo una obra de museo, está de acuerdo. "A mí no me extraña que Chávez sea el ministro de Cultura, porque él es el ministro de todo. El problema es que él dirige todo, por eso el país está en crisis. Farruco es un trepador inconmensurable, un jala mecate. ¿Por qué no nombró el problema de los museos en la Asamblea Nacional? Él ha sido muy errático. Ahora los museos están vacíos. No están llenos de las más de 500 u 800 personas que asistían a una inauguración en el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber. Y las salas no estaban llenas de viejas encopetadas, como él dijo en la Asamblea", dice.
En escasos trece minutos, y sin interrupciones de la bancada oficialista ni opositora, acaso ya cansada después de más de siete horas de sesión, Francisco Sesto apuntó entre los logros de su gestión -o, según sus palabras, la del "Ministro Chávez"- la creación del ministerio de cultura, la eliminación de las élites de la cultura, y la incorporación del pueblo a las instituciones.
"El Gobierno Revolucionario ha convertido la gestión cultural en una acción popular, masiva, democrática, desconcentrada, al servicio del pueblo. Pasó de una concepción de exclusividad, de élite a una de inclusión absoluta", apuntó Francisco Sesto en su discurso.
Pero Carmen Ramia, directora del Ateneo de Caracas, discrepa de las palabras del Ministro. "La cultura no le ha llegado a todo el pueblo. Más bien han tratado de ahogar a la cultura. La gestión de Francisco Sesto ha sido un fracaso. Y si él dice que las líneas culturales las traza Chávez, pues entonces Chávez ha fracasado rotundamente. Ellos han sido coherentes con la idea de destruir todo. Por ejemplo, el tema de los museos es emblemático. ¡Han acabado con todos los museos del país! Y de eso no habló", afirma Ramia.
Ender Cepeda, artista plástico que congenia con las ideas culturales de la revolución, prefiere no opinar por una razón: no tuvo tiempo de escuchar la sesión de Sesto. Solveig Hoogesteijn, cineasta y gerente cultural, dice que tampoco lo escuchó. Mientras que Orlando Arocha es de los que piensa que hay que "dosificar" la información que transmite Sesto.
A decir verdad, Francisco Sesto no mostró en su memoria y cuenta cifras acerca de cuántas personas acuden diariamente a los museos. Tampoco mostró índices de audiencia del cine nacional. Ni siquiera habló de las fechas de culminación de los nuevos museos o de las gigantescas inversiones monetarias que se han hecho en el área cultural.
Dijo, sí, que habían abierto cinematecas en todos los estados y centenares de salas de cine comunitario, amén de haber creado seis Librerías del Sur, 48 tiendas de la Red de Arte y se habían impreso 80 millones de libros, pero no ahondó a qué manos fueron a parar las ediciones.
De allí que a los oyentes le quedaron muchísimas preguntas sin responder. "¿Dónde están los reales?", interroga, por ejemplo, Héctor Manrique. "Hay un problema de estadísticas claras y precisas. Y Farruco no puedo dar cifra de nada. Yo no vi ni escuché cuánta gente del pueblo ha presenciado la Compañía Nacional de la Danza. ¿Cuántos espectadores han visto las películas de la Villa del Cine? De la edificación de las acciones gubernamentales no se habla, porque es muy pobre. Y cada vez hay menos espacios de representación de exposiciones en los museos", saca cuentas Manrique.
Y Carmen Ramia asegura que si se compara la gestión de Francisco Sesto con la de José Antonio Abreu, por ejemplo, los saldos del primero quedarán en rojo. "Él, que fue ministro de Cultura en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez y en parte de Rafael Caldera, impulsó la cultura. Ha llevado a que todos los gobiernos, incluso éste, apoyen al Sistema de Orquestas. Por eso me parece prudente e idóneo compararlo con Farruco. ¿Cuál es la mejor?".
"¿Por qué no nombró al Sistema de Orquestas", se pregunta Manrique. "No se puede tener un ministro tan mezquino que no reconozca el único logro cultural que ha tenido el país con este gobierno", remata.
Para Héctor Manrique, actor, director teatral y fundador del Grupo Actoral 80, la intervención de Francisco Sesto fue "enormemente pobre y decepcionante".
"Terminó echándole la culpa del desastre cultural al Presidente. Básicamente le dijo al país: 'Si a ustedes esto le parece una torta, pues es culpa de Chávez', apunta Manrique, para quien resulta inadmisible que se responsabilice a otro de su memoria y cuenta. "No, yo no le puedo echar la culpa al otro. Él es el ministro", agrega.
Y el artista plástico Rolando Peña, reconocido por hacer de un barril de petróleo una obra de museo, está de acuerdo. "A mí no me extraña que Chávez sea el ministro de Cultura, porque él es el ministro de todo. El problema es que él dirige todo, por eso el país está en crisis. Farruco es un trepador inconmensurable, un jala mecate. ¿Por qué no nombró el problema de los museos en la Asamblea Nacional? Él ha sido muy errático. Ahora los museos están vacíos. No están llenos de las más de 500 u 800 personas que asistían a una inauguración en el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber. Y las salas no estaban llenas de viejas encopetadas, como él dijo en la Asamblea", dice.
En escasos trece minutos, y sin interrupciones de la bancada oficialista ni opositora, acaso ya cansada después de más de siete horas de sesión, Francisco Sesto apuntó entre los logros de su gestión -o, según sus palabras, la del "Ministro Chávez"- la creación del ministerio de cultura, la eliminación de las élites de la cultura, y la incorporación del pueblo a las instituciones.
"El Gobierno Revolucionario ha convertido la gestión cultural en una acción popular, masiva, democrática, desconcentrada, al servicio del pueblo. Pasó de una concepción de exclusividad, de élite a una de inclusión absoluta", apuntó Francisco Sesto en su discurso.
Pero Carmen Ramia, directora del Ateneo de Caracas, discrepa de las palabras del Ministro. "La cultura no le ha llegado a todo el pueblo. Más bien han tratado de ahogar a la cultura. La gestión de Francisco Sesto ha sido un fracaso. Y si él dice que las líneas culturales las traza Chávez, pues entonces Chávez ha fracasado rotundamente. Ellos han sido coherentes con la idea de destruir todo. Por ejemplo, el tema de los museos es emblemático. ¡Han acabado con todos los museos del país! Y de eso no habló", afirma Ramia.
Ender Cepeda, artista plástico que congenia con las ideas culturales de la revolución, prefiere no opinar por una razón: no tuvo tiempo de escuchar la sesión de Sesto. Solveig Hoogesteijn, cineasta y gerente cultural, dice que tampoco lo escuchó. Mientras que Orlando Arocha es de los que piensa que hay que "dosificar" la información que transmite Sesto.
A decir verdad, Francisco Sesto no mostró en su memoria y cuenta cifras acerca de cuántas personas acuden diariamente a los museos. Tampoco mostró índices de audiencia del cine nacional. Ni siquiera habló de las fechas de culminación de los nuevos museos o de las gigantescas inversiones monetarias que se han hecho en el área cultural.
Dijo, sí, que habían abierto cinematecas en todos los estados y centenares de salas de cine comunitario, amén de haber creado seis Librerías del Sur, 48 tiendas de la Red de Arte y se habían impreso 80 millones de libros, pero no ahondó a qué manos fueron a parar las ediciones.
De allí que a los oyentes le quedaron muchísimas preguntas sin responder. "¿Dónde están los reales?", interroga, por ejemplo, Héctor Manrique. "Hay un problema de estadísticas claras y precisas. Y Farruco no puedo dar cifra de nada. Yo no vi ni escuché cuánta gente del pueblo ha presenciado la Compañía Nacional de la Danza. ¿Cuántos espectadores han visto las películas de la Villa del Cine? De la edificación de las acciones gubernamentales no se habla, porque es muy pobre. Y cada vez hay menos espacios de representación de exposiciones en los museos", saca cuentas Manrique.
Y Carmen Ramia asegura que si se compara la gestión de Francisco Sesto con la de José Antonio Abreu, por ejemplo, los saldos del primero quedarán en rojo. "Él, que fue ministro de Cultura en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez y en parte de Rafael Caldera, impulsó la cultura. Ha llevado a que todos los gobiernos, incluso éste, apoyen al Sistema de Orquestas. Por eso me parece prudente e idóneo compararlo con Farruco. ¿Cuál es la mejor?".
"¿Por qué no nombró al Sistema de Orquestas", se pregunta Manrique. "No se puede tener un ministro tan mezquino que no reconozca el único logro cultural que ha tenido el país con este gobierno", remata.
Los logros
EL UNIVERSAL
sábado 12 de febrero de 2011.
- Entre los logros que el ministro de Cultura Francisco Sesto presentó en la Asamblea Nacional se encuentran la creación de la Villa del Cine, Distribuidora Nacional del Cine, Amazonia Films, Compañía Nacional de Danza, Compañía Nacional de Música, Centro de la Diversidad Cultural, Centro Nacional de Historia, Editorial El Perro y la Rana, Imprenta de la Cultura, Librerías del Sur, Red de Artes, Fundación Museos Nacionales, entre otros.
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