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lunes, 24 de enero de 2011

"Hoy los museos son más elitescos": "Ahora las galerías son dueñas del discurso del arte, porque en los museos no está el arte ni los artistas"

| entrevista // Sergio Antillano, ex director del Museo de Ciencias
"Hoy los museos son más elitescos"
"Ahora las galerías son dueñas del discurso del arte, porque en los museos no está el arte ni los artistas"

DUBRASKA FALCÓN |  EL UNIVERSAL lunes 24 de enero de 2011  
Sergio Antillano se une a quienes sostienen la tesis de que hoy ya no existen museos en Venezuela. Así de tajante es la afirmación del ex director del Museo de Ciencias, quien además asegura que las instituciones culturales están sufriendo una especie de "elitismo extremo", pues el sector oficial no se encuentra interesado en conversar ni siquiera con los artistas sobre lo que deben ser los museos nacionales. 


"Hoy en día lo que queda de los museos -porque soy de quienes sostienen la tesis de que hoy ya no hay museos en Venezuela- son unos bocetos de lo que una vez fueron", afirma el también ingeniero. 


-¿Qué cree que buscan, entonces, los dirigentes de los museos venezolanos? 


-Creo en lo que ha dicho María Elena Ramos (ex directora del Museo de Bellas Artes), quien afirma que ellos están buscando desmontar la institucionalidad. Una de las cosas que hay que tratar de recordar siempre es la naturaleza de las cosas. ¿Para qué son los museos? ¿Qué son los museos? El museo es un ente que debe decodificar a la sociedad; identificar los elementos de identidad cultural; legitimar y validar; divulgar y popularizar; desarrollar capacidades perceptivas y expresivas del ciudadano; propiciar el diálogo y el encuentro; registrar y adquirir el Patrimonio natural y cultural; asesorar al Estado y fomentar y promover al país. Eso debe ser un museo. Sé cuál es el concepto que tiene el señor Francisco Sesto -ministro de Cultura- porque se lo oí expresar delante de mí en una mesa. 


-¿Cuál es ese concepto? 


-Él (Francisco Sesto) dijo una vez: 'A mí no me gustan los museos. Los museos secuestraron el arte'. ¡Ese es un discurso demagógico! Hay un factor ideológico en la cosa. Se busca el desmontaje de la institucionalidad, porque así borras la memoria y eliminas las posibilidades. Por ejemplo, me acuerdo muy bien de una frase de Fidel Castro cuando dijo: '¿Por qué odian a la revolución cubana Porque demuestra que la revolución es posible'. Es lo mismo, ¿por qué odian a los museos? Porque los museos habían demostrado que el encuentro, la tolerancia, el diálogo, los sitios para la confluencia de todas las formas de pensamiento eran posible. 


-Pero el discurso del gobierno ha sido que los museos eran elitescos. 


-Claro, porque ellos confunden las cosas bien hechas con lo elitesco. Si a los museos había que mejorarlos en público, en influencia sobre la sociedad, en acceso de la sociedad hacia ellos, eso es lo que menos han hecho. Eso demuestra la falsedad de su planteamiento, porque hoy en día los museos son más elitescos que nunca. Los museos hoy tienen muchísimo menos público, el colectivo participa menos en su programación, ni los que trabajan ahí. Ni siquiera convocan a los artistas ni a los Consejos Comunales. La programación de los museos está concentrada en el Ministro de la Cultura y sus inmediatos colaboradores. Las adquisiciones están concentradas en si a Francisco Sesto le da la gana o no de sacar un cheque para comprar una obra. El argumento de que los museos eran elitescos está desmontado por los hechos. 


-Bajo la premisa de que los museos eran elitescos, minimizaron las exposiciones individuales... 


-¿Pero a qué se refiere el carácter elitesco? Creo que elitesco tiene que ver primero con el acceso del público a los bienes del museo. Eso ellos no lo han hecho mejor que antes. El discurso de las exposiciones individuales es tan falso que le dieron más bien a las galerías un espacio amplio. Ahora las galerías son dueñas del discurso del arte, porque en los museos no está el arte ni los artistas. Con los hechos está demostrado que estos museos no son más populares, no manejan conceptos de cultura mucho más amplios que los que manejaba, por ejemplo, el Jacobo Borges. A ese museo lo terminaron, lo acabaron. 


-En este panorama, ¿el Museo Jacobo Borges era elitesco? 


-¡No! Nunca lo fue. Es más, que le pregunten al vicepresidente de la República, Elías Jauja, si cree que el Jacobo Borges fue un museo elitesco. Para hacer esa barbaridad, él (Francisco Sesto) escogió el peor. Ha acabado con todos, pero este lo hizo muy evidente. Era uno de los museos que manejaba un concepto cultural más abierto, que incorporaba expresiones de la cultura de masas. 


-Desde que en 2001 comenzaron a despedir a los directores de los museos se ha generado el rumor de que el Gobierno quiere cerrarlos. ¿Esto pasará? 


-Si uno agarra y dice que son los museos y hace una comparación con esa teoría, que cada quien saque sus propias conclusiones. ¿Cuál museo está decodificando las señales y los lenguajes de la sociedad? ¿Cuál museo se está ocupando de estudiar la estética gubernamental? 


-En el Museo de Arte Popular, por ejemplo, se exponen los logros de la Revolución Bolivariana... 


-Pero ahí no hay reflexión crítica, no hay análisis, no hay decodificación del lenguaje. Simplemente son lugares de propaganda de la acción oficial, mas no análisis de la sociedad. Los museos sirven como un espacio en donde usuarios y especialistas confluyen para analizar y reflexionar sobre los elementos de la identidad cultural. ¡Eso no está pasando hoy en los museos! 


-¿Si no hay análisis en los museos, qué hay? 


-Son grandes galerías donde expones cualquier cosa. El señor Sesto ha convertido los museos en galerías. 


-Entonces, ¿se engañó al pueblo al decir que lo que se busca con los museos era acercarlos a la comunidad? 


-Los hechos demuestran que sí. Cuando se analiza lo que pasa en los museos, se generan tres factores: Primero, la ignorancia; hay gente en los cargos que no tiene suficiente información ni formación. Algunos como Manuel Espinoza, quien no peca por ignorante, y Francisco Sesto, que tampoco es ignorante, pecan por el segundo factor: el fanatismo ideológico. Ellos han tenido claro que desmontar estas instituciones era eliminar el modelo de excelencia. Y el tercer factor es el resentimiento. Cuando salí del Ciencias lo dije: creo que Sesto es un pintor frustrado. Seguramente nunca fue aceptado en un Salón Nacional de Arte y la mejor manera es decir que son elitescos. ¡Chico, aprende a pintar y a desarrollar tus habilidades para que el público y los investigadores te respeten! Claro, pero ganó el premio gordo. 

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